Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Pedagogía fiscal

16/10/2022

Escribía en estas páginas una diputada que, como la mayoría, aparece y desaparece por ciclos como el Guadiana, que en la nueva ley de educación estará la función social de los impuestos. Está bien saber de dónde vienen y adónde van. Qué es la justicia fiscal. La injusticia entre ciudadanos. Los privilegios fiscales, en resumen, aclarar todo aquello que impide a gobiernos definir lo que es justo. El currante de a pie, el parado de por vida, el ama de casa cansada de hacer cuentas  o el mayor que en cualquier parte estorba, saben que la teoría es una cosa y la práctica otra. Una economía de Estado negativa afecta al bienestar de las personas y la sufren los mismos. Hablan de las clases medias y trabajadoras y ¿dónde sitúan a los que perciben salarios, subsidios o pensiones muy por debajo de mil euros y a ese montón de pequeños y medianos autónomos forzados a cerrar sus negocios? En nuestra ciudad llevo días viendo cerca de un supermercado a una mujer  sentada en la acera junto a su hatillo. Si entra a comprar cualquier alimento, pagará el mismo IVA que el que recibe mil veces una de esas rentas; luego, ¿quién contribuye más? Esta no es la política de reparto equitativo. Coches oficiales. Dinerito para gastos. 39 % de sus sueldos no tributa por IRPF. Cada dos por tres nuevos dispositivos electrónicos. La lista es larga y sonroja cuando hay tantos alcaldes que luchan en infinidad de pueblos de la España vaciada sin recibir un céntimo. Y machacan por el gasto en pensiones. Pero el jubilado no es tonto. Se da cuenta del derroche estatal en asesores y cargos que no se sabe para qué sirven mientras comedores sociales cierran por falta de alimentos. El desequilibrio es grave. La luz ya no es la que alumbra. La calefacción y el agua caliente tampoco serán ni para calentarse ni ducharse, soportará catarros y, tal vez, ataúd al canto. 
El presidente del Gobierno este verano recomendaba quitarse la corbata para aliviar el calor. La idea molaba. Pero ahora para el inviernillo, en lugar de recomendar camiseta térmica, bufanda y manta si preciso fuere, aprueba una partida extra de 3,7 millones para calefacción en el Congreso.