Septiembre alivió de forma ligera la sequía que viene padeciendo la provincia. De hecho, los 63,1 litros de precipitación recogidos por el Observatorio Meteorológico de Carralobo son sede en Astudillo suponen todo un récord teniendo en cuenta que ni en julio ni en agosto se recogieron gota alguna del líquido elemento.

El caso es que según el informe  mensual ofrecido por el Observatorio de Carralobo, durante el pasado mes de septiembre se registraron unas precipitaciones que fueron jugosas desde el punto de vista cuantitativo. 

El responsable del observatorio, Mariano Bustillo, afirma que se trata de la mayor precipitación de la que se tiene registro en los últimos 25 años. A modo de curiosidad, en el año 1965 la precipitación alcanzada fue de 103,5 litros por metro cuadrado, la mayor de un mes de septiembre jamás registrada en el observatorio astudillano.

Por lo demás, si se suman las precipitaciones del tercer trimestre, a pesar de que en julio y agosto no cayó ni una gota, se concluye que ha sido un trimestre «normal» en cuanto a registro de lluvias.

En cuanto a las temperaturas del pasado mes, en su conjunto estuvieron por encima de lo habitual en un mes de septiembre. La máxima de 33 grados se registró el día 30 y la mínima de 4,5 el día 24.  Mariano Bustillo refleja en su parte el siguiente refrán: «septiembre, al fin de mes el calor vuelve otra vez».

AÑO HIDROLÓGICO. La provincia cerró un año hidrológico que podría calificarse de catastrófico si nos atenemos al aspecto que presentan ahora y han presentado la mayor parte de los doce últimos meses los cinco grandes embalses que se ubican en la Montaña Palentina:Camporredondo,Compuerto, Ruesga, La Requejada y Aguilar de Campoo.

Sus presas tan solo retienen actualmente 80,7 hectómetros cúbicos de los 479,4 para los que están capacitadas. De hecho, los pantanos se encuentran a un exiguo 16,8 por ciento de su capacidad.