Pese al mal tiempo, que el primer día imposibilitó realizar la entrega de los blusones de mondongueras al aire libre y la afluencia de más público, ayer, con un programa pleno de actividades para todos los públicos, Villada cerró con éxito su edición número 25 de la Feria de Matanza, que es herencia de la Fiesta de la Vieja, que data de 1889, así como la 22 Feria Agroalimentaria. El Ayuntamiento cifró en más de 4.000 los visitantes, que bien pudieron haber superado el reto planteado de 5.000 si el frío o la lluvia no hubiesen hecho su aparición en la primera de las dos jornadas.

El cerdo sacrificado, luego chamuscado y destazado el sábado para secar bien los productos, dio y mucho de sí para elaborar ayer unos manjares muy bien aprovechados por unos 1.300 comensales, con lo obtenido de los 140 kilos en canal que se fueron extrayendo con mimo del animal.

Quien así lo quiso adquirió cocinados 200 gramos de jijas, 200 gramos de morcilla, dos generosos filetes de lomo y otro de panceta, junto a pan artesano y un buen vaso vino o agua. Todo ello al módico precio de nueve euros, con un plato y una vasija de bebida, ambos de barro, que se pudieron llevar de recuerdo los comensales.

1.300 raciones de cerdo en Villada y más de 4.000 visitantes Antes, una de las dos mondongueras, Helena Bianco -que junto a la periodista Bea Jarrín recibió el tradicional blusón- ofreció en la noche del sábado su buen sello musical actuando ante 250 personas en el centro sociocultural.