«Si valoras y conoces lo que tienes lo podrás defender»

Pablo Torres
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El escritor, columnista y locutor de radio Julio César Izquierdo presentó ayer en el Ateneo de la capital su último libro, 'Tiburcio, un hombre de pueblo'. La obra, que salió a la luz el pasado 3 de julio, muestra la realidad presente en la España de

«Si valoras y conoces lo que tienes lo podrás defender» - Foto: Sara Muniosguren

El locutor palentino de Onda Cero, Julio César Izquierdo, publicó el pasado 3 de julio su último libro, Tiburcio, un hombre de pueblo. Esta obra, a través de los ojos de Tiburcio, muestra a los lectores un reflejo de la actual España rural.

¿Quién es Tiburcio?
Alguien que me inspira. Ese señor de pueblo típico, tradicional, con su boina calada, su reloj de bolsillo y sus pantalones de pana. Un hombre incorrecto, sin pelos en la lengua, que dice lo que muchos piensan y otros callan. Y lo hace sin frustraciones, sin complejos y, sobre todo, sin ofender a nadie. Un hombre real, pero que nació a raíz de Diario Palentino. Tiene esa sabiduría popular tan tenida antes en cuenta por la gente del medio rural y tan despreciada por la gente de ciudad. Ahora vemos que sus refranes, dichos y vivencias están muy ajustados a la actualidad. Durante estos meses, mucha gente me ha dicho que ha encontrado a un Tiburcio en su pueblo. Se han identificado con él. 

¿A quiénes está dirigido su libro?
A mí me gusta abarcar todos los públicos. Aun así, el libro quiere llegar al morador de la gran ciudad. En los tiempos que corren, a pesar de la accesibilidad de la información, Tiburcio tiene la sensación de que los pueblos están desconectados de las ciudades. Se desconoce mucho lo que supone la vida rural del siglo XXI.  Hay muchas personas que no tienen ni idea de lo que es un pueblo, más allá de un paraje con castillos para ir en verano.

¿Cree que la obra representa la realidad del medio rural?
Sí considero que sea el reflejo. A través del personaje se cuentan las cosas que la gente no se atreve a decir, como que los pueblos están más despoblados que nunca, pero también más arreglados que nunca. 

Tiburcio tiene sensaciones enfrentadas. Por un lado, le gusta ver los pueblos llenos de gente y alegría. Por otro, disfruta de su soledad. La ciudad y el pueblo son complementarios, no excluyentes. Hay un porcentaje de gente que ha decidido ir a vivir al medio rural y hay que atenderlos igualmente. Si cuidas a los que están y haces que estén contentos, se va a vender un mensaje de optimismo, y el optimismo es contagioso. Se habla mucho de la poca población, pero la sobrepoblación también constituye una preocupación. El día que no quede gente en los pueblos sí tendremos un problemas. Sin pueblos no hay tradición, ni cultura, ni medioambiente, ni nada.

¿Por qué considera que es incorrecto el término de España vaciada?
Es un término que ya se ha generalizado para hablar de la España interior. Sin embargo, a la hora de defender estas regiones, no podemos partir de la base de que están vacías, porque eso quita la inquietud de querer hacer nada. Entiendo el concepto, pero, de cara a las administraciones, la reivindicación debe llevarse a cabo haciendo referencia a la España poco habitada. 

¿Cree que la gente en el medio rural es más feliz?
Es enormemente feliz, pero, actualmente, también es enormemente crítica. No por despecho o enfado, sino porque la gente del medio rural sabe lo que hay y lo que le hace falta. Si valoras, quieres y conoces lo que tienes lo podrás defender.

El libro se sitúa en los meses previos y posteriores a la pandemia del covid. ¿Cómo cree que afectó a la gente de los pueblos?
La pandemia nos afectó a todos. En especial, creo que la gente de los pueblos ha sido muy paciente, obediente y educada.