Domingo por la mañana, ya el último día de los sanantolines y el parque del Salón era un hervidero de gente que, aunque temiera que la lluvia fuera a reventar la jornada, como aficionados al motor o simplemente curiosos no quisieron perderse la cita con los vehículos clásicos, todo un atractivo de la programación de las fiestas patronales más que consolidado.
Organizada un año más por el Club 600 de Palencia y Amigos de los clásicos, en este 2023 la concentración alcanzó su vigesimoquinto aniversario, según explicó el presidente del colectivo, Ricardo García.
En esta edición, en la jornada dominical, los vehículos inscritos alcanzaron los dos centenares, llegados desde distintos puntos de la geografía nacional, por ejemplo Madrid, Almería, Málaga, Pontevedra... Desde las 9 horas, ambos días, los coches y camiones estuvieron expuestos en el parque. Posteriormente, en torno a las 13,30 horas, desfilaron por las principales calles de la ciudad, siendo de nuevo objeto de atención, por ejemplo a su paso por la calle Mayor, con viandantes a ambos lados como si de un paseíllo se tratara.
Por número -también por colorido- se llevó la palma el Seat 600, si bien cabe destacar, porque no dejaron indiferentes a los visitantes de la concentración, más cuando ocuparon un lugar destacado del que era difícil no abstraerse, el Citroën 11 Ligero, como explicó Ricardo García, que también mencionó entre las envidiables piezas el Mercedes Benz Ponton, o el Pegaso Comet en el apartado de camiones.
El colorido que dan los 600 a las concentraciones, con una rica gama de azules, por ejemplo, es una de las cuestiones que se comenta, con tantos partidarios como detractores de estas personalizaciones. También se da el debate entre los que, llamados por el reclamo de los clásicos se encuentran con vehículos a partir de 25 años -que ya tienen esa consideración- y se ven como si fueran recientes, como es el caso de un Renault 19. Prefieren ver, por ejemplo, un Citroën DS también conocido como Tiburón o un Ford Capri.
El Club 600 de Palencia y Amigos de los clásicos está integrado por unos 140 asociados. Entre las ventajas de estar adscrito a uno de estos, como cuenta el presidente del palentino, es que entre sus filas siempre hay algún mecánico (profesional o aficionado), todo un puntazo cuando se trata del mantenimiento de estos vehículos, ya que «los mecánicos de ahora no los quieren ver puesto que la mecánica no tiene nada que ver con la actual».
Ricardo García comenta que la participación en esta concentración de clásicos se viene manteniendo, y es que los inscritos son habituales de este tipo de eventos y se mueven donde haga falta, y es que ahora las redes juegan un gran papel en su difusión. Organizar y participar en estas citas se ve como la «oportunidad de disfrutar de una afición como esta por los coches, conocer lugares y gentes, convivir...», concluye García.