Antonio Álamo

Antonio Álamo


Hándicap

18/05/2023

Un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) que evalúa la comprensión lectora de los alumnos de 4º de Primaria incluía datos nada halagüeños sobre los estudiantes españoles. Aseguraba que habían retrocedido en capacidad, destacando que la pérdida podía estimarse en siete puntos. Además ofrecía una explicación que justificaba tal merma, apuntando que cinco de ellos tal vez pudieran atribuirse al cierre de los centros educativos cuando la incidencia de la pandemia de Covid fue mayor. Los medios de comunicación han ofrecido un resumen aunque de su lectura queda la sensación de que los resultados no son tan malos si se comparan con los de los otros 56 países sometidos a evaluación. En otras palabras, nos ha faltado añadir aquello de «en el país de los ciegos el tuerto es el rey». O «mal de muchos, consuelos de tontos».
Lo de mirar alrededor está muy bien siempre que tenga una utilidad… bucólica, curiosa, práctica o del tipo que sea. A fin de cuentas, de todo se aprende. Sin embargo, es posible que si esa mirada atribulada solo sirve para lamerse las heridas casi es mejor encomendarse a un santo para que haga un milagro porque al menos es más práctico ya que lleva menos tiempo (se tarda un segundo en pedirlo) y sirve para cortar la congoja. El resultado es lo de menos porque nos vamos a quedar como estábamos ya que ni las lamentaciones ni los milagros resolverán nuestros problemas. Unas nos conducirán a las antípodas del remedio y a los otros no es aconsejable recurrir porque emigraron a Marte hace mucho. Quizá sería mejor buscar fórmulas para recuperar el tiempo perdido.
El informe añade que convendría realizar nuevos análisis para ofrecer resultados más precisos y así corroborar esta hipótesis pesimista, pero tal vez haya asuntos más importantes y uno de ellos es revertir esa supuesta pérdida de rendimiento. Y de paso no vendría nada mal prestar atención a esos otros dos puntos de comprensión lectora perdidos que no tienen nada que ver con el covid y el cierre temporal de los centros. De este dúo no se dice nada aunque convendría reflexionar sobre su existencia porque tal vez ofrezca sorpresas. Los perjudicados son estos chicos y debe corregirse el hándicap que arrastran.