La intensa lluvia motiva la suspensión del último festejo

Manolo Illana
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Corrida que era esperada con la ilusión de una buena tarde visto lo que la feria llevaba desde su principio. Ese mal tiempo y la cantidad de agua que estaba cayendo se encargaron de llevarse por delante la última de San Antolín

La intensa lluvia motiva la suspensión del último festejo - Foto: Óscar Navarro

La presencia en el patio de cuadrillas de la terna de matadores reunida con la autoridad de la plaza dilucidaba finalmente que no se diera el festejo. Visto lo visto, no había otra solución más que suspender la corrida por el agua que estaba cayendo, el mal estado del ruedo y otras adversas circunstancias.

Ha sido la segunda corrida suspendida en Campos Góticos. La primera tuvo lugar en la feria del año 2003 con un cartel en el que estaban anunciados, nada más y nada menos, que los maestros Ponce, Joselito y Morante. Como en aquella ocasión, el agua y el mal estado del ruedo fueron los causantes de esta segunda suspensión. No podía ser de otra forma. 

La terna actuante, Diego Urdiales -que sustituía a Cayetano-, el francés Sebastián Castella y el extremeño Alejandro Talavante, llegó al patio de cuadrillas más pendiente del tiempo reinante que del festejo. Sus cuadrillas salieron al ruedo, vieron el mal estado en el que se encontraba el piso y la cantidad de agua que seguía cayendo y pronto se dieron cuenta que allí no se podía torear. O como dijo alguno de la terna, «si así salimos, que nadie espere que se pueda hacer lo que dentro llevamos los toreros».

Bendito agua para algunos menesteres, pero poco agradable para que el respetable pudiera disfrutar de una agradable tarde de toros. Se comenta lo de siempre, lo que es bueno para algunos no lo es para el aficionado a la fiesta de los toros. Se ha vuelto a cumplir ese refrán tan castellano que sigue diciendo que nunca llueve a gusto de todos. Eso ocurrió ayer en Palencia.

Poco tardó la terna anunciada en reunirse con el presidente de la corrida para comentar y definirse con lo que había que hacer. Juntos volvieron a salir al ruedo antes de entrar en la capilla de la plaza de toros para, de una manera oficial, dar el visto bueno a la suspensión del festejo. Todos ellos salieron convencidos de que habían rubricado y hecho lo que había que hacer y firmar: suspender la corrida.
Así lo confirmó de forma oficial el presidente de Campos Góticos y la terna actuante que, con cara de disgusto había dado el visto bueno a la suspensión de la corrida. 

Los toreros y los miembros de sus cuadrillas volvieron a las furgonetas para volver a desentenderse de sus trajes de luces. No es la primera vez que esto sucede, pero esperemos con fuerza e ilusión que sea la última. De una tarde de la que se esperaba algo importante nos quedamos al final sin poder disfrutar de ese buen cartel.