Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


La amnistía, en riesgo

21/03/2024

A ver. Estamos viviendo en un trampantojo de libro, en una irrealidad manifiesta, en una confrontación política provocada en gran parte de por una ley de amnistía que todavía no existe y que, si existe cuando supuestamente le corresponda -la ley debería ser aprobada el 16 de mayo- es difícil que pueda ser aplicada.

Primer paso: las elecciones catalanas son el día 12 y si antes de la aprobación de la ley Puigdemont se planta en España, será conducido por la policía ante un juez, porque pesa sobre él una orden internacional de detención. La amnistía, si finalmente le afecta, una vez aprobada quedará paralizada por el Tribunal Supremo, que presentará una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia Europeo. Así que, durante unos meses, la amnistía será un oscuro objeto de deseo de quienes aspiran a que se les aplique.

Mientras tanto, podremos dedicar el tiempo a debatir sobre el conflicto institucional que enfrenta a Congreso y Senado -asunto muy grave- , también sobre las comisiones de investigación parlamentarias que promueven los distintos partidos y las circunstancias que vivirán quienes vivirán pendientes de que el tribunal europeo y el Tribunal Constitucional decidan sobre la polémica ley. Sobrará materia para seguir con expectación el juego político, porque los socios de Sánchez que le salvaron la investidura, ya han anunciado que eso no significa que vayan a apoyar todas sus iniciativas .

De momento, la amenaza ha surtido efecto, y Sánchez ha recogido velas al anunciar la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado. Se salta la obligación de presentarlos a las Cortes y que se voten. Porque las prórrogas se producen cuando son rechazados. A no ser que el presidente de turno decida disolver y convocar elecciones. Solución que no está en la mente de Sánchez. A no ser que en las elecciones que se avecinan reciba un golpe monumental y veamos lo impensable: un Sánchez que tira la toalla.

Incluso con estado de ánimo bajo es difícil que lo haga, porque los suyos le presionarán para que siga adelante. Por una razón muy simple: muchos de sus compañeros saben que, visto su curriculum profesional, si pierden el poder pueden verse ver abocados a montar un chiringuito garibaldi para ganarse la vida.

Se suceden los anuncios de comisiones parlamentarias de investigación, acusaciones de corrupción en las alturas, llamamientos a la transparencia, trapos sucios que salen a la luz … Mientras se deja de lado lo que más importa: que el gobierno gobierne.

No lo hace porque no puede. Está paralizado, sin garantías de conseguir los votos necesarios para aprobar sus proyectos de ley. Por eso ha renunciado Sánchez a llevar al Congreso sus Presupuestos.

El presidente se encuentra atado de pies y manos. Por la inseguridad que recibe de sus socios … y porque los jueces están decididos a cumplir la ley. Y resulta que la más importante para Sánchez, la de Amnistía, la mayoría de los jueces la ven claramente inconstitucional.