Editorial

La formación continua del docente mejora la de sus alumnos

DP
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Nueve de cada diez apuestas por seguir al día a través de los cursos y talleres del CFIE

La predisposición, la actitud positiva, el buen aprovechamiento de la carrera universitaria y la vocación docente son magníficos pilares de la enseñanza, que garantizan el correcto desarrollo de la misma durante el curso y la formación de los jóvenes alumnos en conocimientos, en habilidades sociales, en hábitos saludables y en crecimiento y desarrollo personal. Con todo, y pese a la dedicación y a la entrega de la inmensa mayoría de maestros y profesores de nuestro país, no siempre es suficiente cumplir los requisitos básicos o disfrutar compartiendo la experiencia y las capacidades como enseñante, para alcanzar la excelencia. Y ahí es donde entra, con fuerza, lo que ha venido a llamarse formación continua y actualización de capacidades. Porque los tiempos y la sociedad cambian y porque las demandas del alumnado también varían y si este domina las nuevas tecnologías y los planes curriculares les dan un papel primordial como herramientas educativas, está claro que los docentes deben conocerlas y controlar al máximo su uso en el aula, sus enormes posibilidades y la capacidad que otorgan para ampliar determinados horizontes. 


Hoy en día, por otra parte, no basta con conocer y manejar las pizarras digitales o las tablets; tampoco con tener a mano una serie de portales interesantes que visitar para sacarle todo el partido a los recorridos virtuales, la realidad aumentada o el Internet de las cosas. Ahí está ese mundo ilimitado y para la mayoría todavía indescifrable que es la Inteligencia Artificial (IA por sus siglas en inglés). Y el docente ha de estar al corriente de su presencia cada vez más acentuada en los distintos ámbitos de la ciencia, pero también del ocio. También empuja con fuerza la necesidad de adecuar la enseñanza de materias tan peliagudas como las Matemáticas para incentivar su comprensión, desde competencias de aplicación práctica. Y no conviene olvidar que en el amplísimo y a veces complicado ámbito de las competencias, también tienen cabida aspectos como la recuperación del patrimonio, las tradiciones, la etnografía, la preservación, conservación y cuidado del medio ambiente, el cumplimiento de objetivos planetarios como la sostenibilidad, la consecución de la igualdad, el uso racional de la energía o la correcta distribución de los alimentos.


Pues bien, el Centro de Formación e Innovación Educativa (CFIE) de Palencia cumple un papel esencial en todo lo dicho y el profesorado lo sabe y lo aprovecha. Nueve de cada diez docentes apuestan por la formación continua a través de sus cursos, seminarios y programas, que conforman un amplísimo catálogo de hasta 530 actividades a lo largo del curso con más de once mil plazas. Y eso redunda en el bien de las nuevas generaciones.