El pasado 23 de junio el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron retirar el uso obligatorio de las mascarillas en los centros de salud, hospitales, residencias y farmacias, por lo que acabó su uso generalizado en estos centros. En síntesis, suponía prácticamente dar carpetazo a la pandemia que ha tenido en vilo al mundo desde el 1 de marzo de 2020.
Un mes más tarde, concretamente el 21 de julio. Diario Palentino publicaba los mejores datos sobre el SAR2-Cov-2 desde que en marzo de 2020 estalló la pandemia. De hecho, se hacía mención a que el hospital Río Carrión, por primera vez durante la pandemia, estaba limpio de casos. De hecho, en aquella jornada la tasa entre personas mayores de 60 años y vulnerables arrojaba un índice de 12,62 casos por cada 100.000 habitantes a 15 días y de 3,60 a siete días, los más bajos de la región con diferencia, una situación idílica teniendo en cuenta los antecedentes.
Pero los expertos en la materia siempre lo dijeron: el coronavirus no se ha ido, simplemente convive entre la sociedad y solo la vacunación, por el momento, lo mantiene a raya. Y los datos, en este sentido, son tozudos. A mediados del presente mes los farmacéuticos de Palencia corroboraban a este periódico que la pandemia había vuelto rebrotar sensiblemente puesto que la venta detest de antígenos se había disparado, lo que quería decir que los contagios volvían a multiplicarse en todos los estamentos sociales y edades, aunque actualmente solo se registran datos de la incidencia en mayores de 60 años y personas vulnerables.
MUERTES EN EL CAUPA. Bajo este prisma, la Junta de Castilla y León acaba de publicar los últimos datos (a fecha de 24 a de agosto) y estos indican que en el hospital Río Carrión hay seis pacientes ingresados que han dado positivo por coronavirus, dos de los cuales se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos.
La peor noticia es que durante este mes han fallecido en el Caupa dos pacientes con covid-19, por lo que el número de muertes registradas en el complejo asistencial siendo positivos al SARS-Cov-2 desde el 1 de enero ascienden a 26 (763 desde el inicio de la pandemia).
Es más, el sistema Medora registra actualmente 1.576 fallecidos por covid o con covid, cuatro más que el dato que se ofrecía el 23 de junio, por lo que ahora a los fallecidos en el Caupa (763) hay que añadir los 301 computados en centros residenciales y el resto en domicilios particulares desde el inicio de la pandemia.
Por último, el 33,28 por ciento de la población vulnerable de la provincia recibió la última dosis de refuerzo, es decir, 47.807 personas. Al respecto, la Junta de Castilla y León adquirirá cerca de 400.000 dosis para preparar la próxima campaña de vacunación contra la covid, que se dirigirá sobre todo a vulnerables y personal institucionalizado. Así lo señaló el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, en declaraciones a los medios, en los que estuvo acompañado por la directora general de Salud Pública de la Junta, Sonia Tamames Gómez. Vázquez apuntó que desde la Consejería se han pedido las dosis que consideran «necesarias», a lo que Tamames detalló que se han solicitado 42.000 dosis para personas de alta vulnerabilidad y otras 350.000 adicionales para completar toda la población.
«No va a ser una vacunación universal, sino que se va a vacunar a la población mayor, gente con patologías o personal institucionalizado», ha matizado el consejero. Además, Vázquez añadió que estiman que «no van a poder vacunar a la totalidad de esta población demandante hasta mediados o finales del mes de octubre».