Editorial

El curso municipal ha de abordar las asignaturas pendientes

Diario Palentino
-

Lo primero y fundamental es acometer las obras menores, o no tanto, que demandan los barrios

En realidad, el verano que se acerca a su recta final no ha sido de vacaciones para la inmensa mayoría de los munícipes de este país, dado que los nuevos ayuntamientos salieron de las urnas el pasado 28 de mayo y han estado enfrascado en labores de organización, distribución de áreas y abordaje de los asuntos urgentes. En el caso de la capital palentina, esa urgencia pasaba por cerrar la organización de las fiestas patronales de San Antolín, que ayer concluyeron, y aunque una parte importante estaba contratada y cerrada, había otras muchas cosas que completar y concretar, amén  de darle un cariz diferenciador respecto a las de la anterior corporación. 

Se han basado fundamentalmente los cambios en recuperar por todo lo alto el festival A Concejo, a mayor gloria del folclore propio y ajeno y de la música y la danza tradicional que forman parte de él, y en llevar a los barrios actividades como la Muestra de Artistas de Calle. En el primero quieren profundizar los responsables para seguir celebrándolo y que dé el mismo o más juego que este año. En cuanto a la descentralización de los festejos, tendrán que darle una vuelta para que la idea coja más fuerza y el abanico de posibilidades se amplíe. Por los propios vecinos, pero también por los comerciantes y por los hosteleros de los barrios, que a menudo se quejan de que la gente se mueve entre el parque del Salón y Los Jardinillos, sin dar cierta cancha a la economía más periférica. En fin, tiempo tienen para pensar mejor los próximos sanantolines. Estos de 2023 han concluido con un balance satisfactorio, tanto por lo realizado, como por la ausencia de sucesos y, de forma muy significativa, por el buen comportamiento del tiempo, que respetó nueve de los diez días programados. Ayer por la tarde la lluvia chafó la última corrida de toros y el resto de actividades al aire libre y fue una lástima porque cortó de raíz esa animación, que Palencia solo registra en San Antolín, Semana Santa, Navidad y un poco en la Feria Chica.

Y ahora lo que corresponde es reanudar el curso político, más concretamente el del Ayuntamiento, acometiendo esas asignaturas que la toma de posesión primero, la inactividad propia del verano en empresas y colectivos y las fiestas grandes después siguen ahí, pendientes de una solución. Lo primero y fundamental es acometer todas esas obras menores -o no tanto- que demandan los vecinos de los distintos barrios, caso de aceras y calzadas con el pavimento deteriorado, baches y blandones, arreglo de plazas y parques cuyo mantenimiento deja que desear, ampliación y cuidado de zonas verdes, mejoras en las dotaciones existentes y una limpieza a fondo. El PERI de la Dársena, el contrato de basuras y las zonas de bajas emisiones son otros temas a acometer o a rematar. Y no tardando tocará revisar tasas e impuestos, de cara a las ordenanzas fiscales y al presupuesto de 2024, aunque ese es otro cantar.