La selección española masculina de baloncesto cayó (68-72) este domingo ante Italia en el cierre de la fase de clasificación para el Mundial 2023, un mal sabor de boca que maquilló con una reacción final que no evito la segunda derrota en 10 partidos.
Los de Sergio Scariolo, de regreso al equipo tras perderse el duelo ante Islandia como técnico también de la Virtus de Bolonia, sufrieron ante la defensa italiana y dejaron una floja actuación ofensiva en el segundo y tercer cuarto. Con ambas selecciones ya clasificadas de antemano para el Mundial de este verano, Italia se quedó el broche entre los mejores del Grupo L.
La campeona del mundo empezó con un quinteto intenso y que funcionó bien. Alberto Díaz puso su fuerza sobre el parqué del Multiusos Ciudad de Cáceres y Parra, Salvó y Núñez pusieron a España por delante en los primeros minutos (16-9). Los de Scariolo entraron también mejor en el segundo cuarto, añadiendo el triple que faltaba.
Con tres dianas y una buena defensa, el equipo local tuvo un 27-20 como para pensar en romper el encuentro, pero sufrió un atasco tremendo en ataque de ahí al último cuarto. En cinco minutos antes del descanso, Italia volvió a creer y tuvo tiempo para encontrar el acierto perdido e irse con la máxima visitante (29-33).
Tyson Pérez fue el único español que se fue algo enchufado, con un canastón para cortar la sequía y los mejores números (8 puntos y 4 rebotes). Guglielmo Caruso fue el mayor enemigo en Italia, un equipo que supo castigar cada recuperación. El paso por vestuarios no devolvió la mejor versión de la anfitriona, de nuevo con un plantel novedoso, e Italia aprovechó su momento (36-48).
El cuadro transalpino pasó a ganar el rebote, la única faceta que sujetó España en el primer tiempo, e hizo su apuesta por la victoria. Tyson Pérez fue de nuevo quien mejoró el sabor de boca de cara al último cuarto, pero la reacción se quedaba sin tiempo. Italia apretó mucho en defensa, se cerró por dentro y, en el tiro forzado, los de Scariolo no tuvieron su día.
Los de Gianmarco Pozzecco corrieron y se gustaron por momentos (48-63), con una racimo de pérdidas en España y poca muñeca enchufada. Núñez fue quien salió al rescate para brindar a Cáceres el intento al menos de remontada. En el bando contrario, Mannion, el mejor en la ida pero que había pasado desapercibido, aceptó el duelo y ambos cerraron la fase peleando por la victoria.