Sostenibilidad y desarrollo rural

César Ceinos
-

La Fundación San Isidro Micas recibe el primer premio Fuentes Claras para asociaciones sin ánimo de lucro por su labor educativa, integradora y ecosolidaria y el Centro Cultural de Villabermudo, un accésit por el trabajo en beneficio de su localidad

Alumnos-trabajadores que formaron parte del proyecto Horticultura Solidaria - Foto: DP

Los Premios Fuentes Claras 2022 tuvieron un claro color palentino. Dos de los seis galardonados provienen de la provincia. La FundaciónSan Isidro Micas se hizo con la medalla de oro en la categoría destinada a asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, mientras que el Centro Cultural Villabermudo de Ojeda ganó el accésit especial de estas distinciones que concede la Junta de Castilla y León en reconocimiento a la sostenibilidad de los proyectos de desarrollo rural.

Desde San Isidro Micas, su presidente, José Manuel Miguel, explica que el proyecto Horticultura Ecosolidaria pivotaba sobre un programa mixto de formación y empleo financiado por el Ecyl que contó con la participación de una decena de alumnos-trabajadores. A este taller se sumaron dos factores más: la colaboración con entidades sociales y la labor integradora del propio curso. «Donábamos nuestra producción de verduras a diferentes asociaciones, pero queríamos hilar con un programa formativo para impartir conocimientos», asegura el dirigente de la fundación antes de destacar que esta iniciativa atrajo el interés de gente de la zona centro de la provincia y de otros lugares más lejanos. «Se generaron unas contrataciones en un entorno despoblado», añade.

PRODUCCIÓN ECOLÓGICA. Este programa, que arrancó en noviembre de 2021 y concluyó en agosto de 2022, se llevó a cabo en Amayuelas de Abajo, una pedanía del Ayuntamiento de SanCebrián de Campos muy conocida por su trayectoria «vinculada a la producción ecológica» en diversos sectores. «A nosotros nos atañe el sector de la horticultura, pero también hay un matadero de aves y una panadería ecológicos», manifiesta Miguel. El componente medioambiental del curso, impartido por tres docentes, se lo dio el tipo de técnica de producción agraria ecológica que los alumnos aprendieron. Entre las acciones que fueron conociendo, destacaron la planificación de una huerta mediante rotaciones y asociaciones de cultivos o la gestión de los recursos hídricos.  Además, participaron en un taller sobre orientación laboral y recibieron clases de mecánica, donde llegaron a cambiar el aceite y a limpiar el radiador del motor.

San Isidro Micas ha vuelto a la carga con una segunda edición del taller, que ha tenido nuevamente una gran aceptación. En esta ocasión son doce los participantes que se desplazan a Amayuelas de Abajo, en plena comarca de Tierra de Campos, para recibir una formación respetuosa con el medio ambiente.También ha aumentado la duración del programa. De los nueve meses del año 2021/22 se ha pasado a los doce del curso 2023/24, que comenzó el 1 de marzo y, si todo marcha como está previsto, finalizará el 29 de febrero de 2024. Con esta actividad, la fundación continúa desarrollando el fin para el que nació hace dos años junto al cuérnago de La Perionda: «Contribuir al desarrollo socioeconómico del medio rural y natural de manera compatible con la defensa del medio ambiente, la lucha contra la despoblación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, culturales y patrimoniales».
Además, Horticultura Ecosolidaria fue finalista de los Premios Surcos de Castilla y LeónTelevisión (CyLTV) en 2022 en la categoría de mejor iniciativa ecológica.

LA UNIÓN DE UN PUEBLO. La mención especial la recibió el Centro Cultural de Villabermudo de Ojeda. Su presidenta, María Alcubilla, hizo hincapié en que el conjunto de iniciativas que presentaron a los Premios Fuentes Claras bajo el paraguas del proyecto Caminando A Huebra 2019 -Villabermudo sirvió «para unir a toda la localidad» en torno a un objetivo común: su pueblo.

Esta entidad, que se creó en 2018, comenzó sus labores de voluntariado ambiental con la participación en A Huebra 2019 de la Diputación de Palencia. Presentaron un «proyecto ambicioso» que consistió en la rehabilitación de una antigua charca que se había convertido en una escombrera. Además plantaron árboles en la zona, ajardinaron otros lugares de la localidad y vallaron la zona de juegos infantiles. Por todo ello, fueron premiados por la institución provincial. De manera paralela, tomaron parte en las actividades del aula de medio ambiente de Fundación la Caixa y limpiaron dos kilómetros del antiguo cuérnago e instalaron dos hoteles de insectos y varias cajas nido.

En 2020, pese a la covid-19, elcentro cultural continuó con las actividades medioambientales con la creación de una zona verde en el Corral de lasBurras. Al año siguiente, los socios apostaron por mantener en óptimas condiciones todo el trabajo de ejercicios anteriores, limpiar zonas donde había residuos y organizar actividades culturales. Además, crearon un campo de fútbol y recuperaron un antiguo potro de Villabermudo, una localidad dependiente del Ayuntamiento de Herrera de Pisuerga.