La entrega de los premios de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Palencia presentó ayer varias novedades con respecto a anteriores ediciones. Una de ellas fue el lugar elegido para la entrega de galardones, el salón de plenos de la Diputación; otra, que después de varios años se recuperaba la cena de gala a la que estaban invitados todos los premiados y, la más destacada, el estreno de Conrado Merino como presidente electo de la entidad cameral.
Visiblemente nervioso y tras saludar a un buen número de invitados, entre los que se encontraban el consejero de Empleo de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, y la de Agricultura y portavoz de la Junta, Milagros Marcos, el presidente cameral tomó la palabra para dirigirse a los presentes dejando claro que su primera intervención como máximo representante de los empresarios palentinos no iba a ser muy reivindicativa. «Pueden estar tranquilas las autoridades que nos acompañan. Relájense y disfruten», bromeó.
Merino prefirió ensalzar el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio de los empresarios palentinos utilizando como ejemplo a los galardonados, que en sus palabras, «son las estrellas de la gala». Así, recordó todos los problemas a los que hay que hacer frente para conseguir «un modelo de negocio rentable y duradero en el tiempo» y buscar «un producto o servicio que tenga demanda, sea atractivo y de precio competitivo», además de «acertar con el equipo de personas que nos ayude a desarrollar el proyecto».

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