La más difícil

Alberto Moreno
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Francis Olea vuelve a triunfar en un banquillo, como lo ha hecho a lo largo de su carrera deportiva, logrando la permanencia con el Becerril en una temporada de extrema dificultad

La más difícil - Foto: Óscar Navarro

El CDBecerril completó una de las mayores gestas en su historia. Alcanzó, en unas circunstancias tremendamente adversas, la permanencia en la Tercera División una jornada antes de acabar la liga. Un mérito tremendo teniendo en cuenta que bajan los mismos equipos (tres) en una liga de 16 que antes de la pandemia, cuando eran 20 conjuntos los que formaban el GrupoVIII. Eso y los arrastres que pueden aumentar el número de descensos. Hasta eso ha evitado el cuadro morado, en el hipotético caso que baje el Palencia Cristo Atlético (y no haya un segundo ascenso a Segunda RFEF, tras el alcanzado como campeón de Tercera de la Arandina).

Es más, ahora mismo ocupan una extraordinaria novena posición, impensable al comienzo de la temporada, que incluso podría llegar a ser octava si acaban superando al filial de la Ponferradina.

Con un presupuesto muy bajo, pero acorde a la realidad de sus ingresos y gastos, con un mercado de fichajes limitado (sólo pudiendo fichar lo que otros clubes de la capital no quieren), con los problemas de cuadrar horarios de entrenamientos con jugadores que estudian o trabajan y que no viven del fútbol, con una plaga de lesiones que azotaron al equipo en los peores momentos, ha tenido que lidiar este Becerril. ConJosé Antonio Hernando, Edu Narganes o Francis Olea en el banquillo, a lo largo de los últimos años y décadas, ha conseguido ser un club familiar, donde los jugadores disfrutan, pero a la par se comprometen. El trabajo de la directiva es encomiable, de alabar.

El caso de Riki, Rikisaurio,  explica claramente lo que es este Bece.Había colgado las botas, tras el ascenso y después de una etapa brillante en la entidad morada.Pero en vista de la situación tan delicada, con un plantel en cuadro debido a las bajas, accedió a descolgarlas, y se ha convertido en pieza vital en este logro.

Francis Olea ha sido el nombre propio de esta temporada. No era el número uno en la preferencia para ocupar el banquillo que dejaba Narganes (el primero era Chuchi Jorques), pero su elección fue más que acertada. Conocía al Becerril, al que llevó a una etapa dorada, y volvió a triunfar, como ya lo hiciese allá donde estuvo, especialmente en el Villamuriel. «Ha sido la temporada más complicada en el banquillo que jamás haya tenido. Los años no pasan en vano y me ha costado mucho más que en otras ocasiones.Por eso,   me rodeé de un grupo técnico sin el que hubiese sido imposible este logro.  Tengo que agradecer a la directiva por haber confiado en mí, porque elFrancis Olea de hace veinte años no era el mismo alFrancis Olea de ahora. A la afición, por el apoyo que siempre hemos tenido y a los jugadores, que han tenido mucho compromiso en una temporada en la que hemos tenido tantas adversidades», manifestaba orgulloso y emocionado al término del encuentro ante el Palencia CF. Olea no quiere pensar en qué hará la próxima temporada. «Mi siguiente objetivo es ver cómo lo vamos a celebrar», bromeaba. «El que hubiese apostado a comienzo de temporada que íbamos a estar a falta de una jornada salvados y como mínimo por delante de cinco equipos, se habría forrado», afirmaba.

Otro de los nombres propios ha sido César Gutiérrez, el juvenil paredeño de segundo año, autor del tanto de la salvación, revelación de la categoría y sobrino de una leyenda morada, Javitín.