Reishi, el hongo milagroso para la salud

Rubén Abad
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El velillense Raúl Fraile trabaja en la comercialización de polvo de reishi, una seta milenaria que tiene grandes beneficios para el cuerpo humano

Imagen del joven velillense Raúl Fraile Fabero (izquierda) envasando su producto para la distribución del mismo. - Foto: DP

La Montaña Palentina atesora una dilatada tradición micológica a sus espaldas. Sin embargo, son pocos los que conocen a la perfección la variedad y beneficios de las setas que se pueden encontrar en nuestros montes.

Una de esas especies que pasa desapercibida para el gran público, al menos de momento, es el reishi (Ganoderma lucidum), un hongo con infinidad de propiedades beneficiosas para el cuerpo humano que lo convierten en uno de esos productos casi milagrosos que tanto llaman la atención.

Recordando siempre que el reishi es solo un alimento, y que en ningún caso puede sustituir a los medicamentos ya que carece de propiedades medicinales, existen cientos de investigaciones en animales, células y personas que otorgan grandes virtudes a este producto. Casi todas ellas se centran en la activación del sistema inmunológico del organismo, efectos protectores derivados de la multitud de antioxidantes presentes en su composición y como coadyuvante en tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Aspecto que presenta el reishi cultivado.Aspecto que presenta el reishi cultivado. - Foto: DP Así, esta seta es ideal para dolencias habituales y tiene efectos positivos en enfermedades neurodegenerativas, la diabetes, la úlcera de estómago, el sistema circulatorio o el herpes labial.

Además, está pensado para deportistas y ayuda a conciliar el sueño en situaciones de estrés. Asimismo, se ha demostrado en los laboratorios que influye positivamente como complemento en la curación de alergias,  hipertensión, bronquitis y asma, colesterol o hiperplasia benigna de próstata. También ayuda al correcto funcionamiento del cerebro, el riñón, el hígado o la retina.

Quienes la han probado constatan los beneficios de esta seta que comenzó a consumirse en algunas regiones de China hace más de 4.000 años y que en la provincia de Palencia es habitual en encinares, robledales o quejigales, principalmente después de la época estival. Se da la circunstancia, además, de que crece en lugares donde la mano del hombre está presente como bosques sometidos a sacas de madera o claros artificiales en montes donde las raíces de los árboles son más susceptibles de contener el hongo.

La empresa comercializa polvo de reishi a sus clientes en diferentes formatos y lanzará al mercado miel  próximamente.La empresa comercializa polvo de reishi a sus clientes en diferentes formatos y lanzará al mercado miel próximamente. - Foto: DP El joven Raúl Fraile Fabero, de Velilla del Río Carrión, viene pisando fuerte desde hace un tiempo a la hora de buscar y promocionar los beneficios de esta variedad. Así, ha creado Mundo Reishi, una empresa dedicada a comercializar e investigar sobre este producto que cuenta con el respaldo de más de 700 estudios a nivel internacional.

«Se trata de una compañía especializada en este alimento milenario pero a la vez novedoso y con una seguridad alimentaria superior a la de muchos productos consumidos en la actualidad», explica Fraile.

Asimismo asegura que los clientes que se pongan en sus manos encontrarán asesoramiento directo, trato personalizado y resolución de dudas concretas, «siempre refiriéndonos a investigaciones de terceras personas, nada inventado porque el reishi se puede considerar lo que llaman alimentos nutracéuticos, que aportan al organismo algo más que solo energía».

Para poner a punto su sociedad, chequea habitualmente setas que llegan desde países tan dispares como Inglaterra, Suiza, Alemania, Japón, China o Vietnam. «Todo es poco para asegurar la mejor variedad con las máximas cantidades de principios medicinales y el menor número de contaminantes», asegura.

Por este motivo, actualmente importa el producto y continúa con los análisis de proveedores «para cambiar siempre a mejor. Estamos produciendo pequeñas cantidades de setas para compararlas con la actual, evaluar cuál es mejor e ir superando día a día la calidad del producto», subraya.

INICIOS. La empresa nació después de coordinar un proyecto de investigación sobre hongos medicinales aplicado a la alimentación, que se realizó desde la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid. Durante el mismo, Fraile pudo comprobar que, entre unas sesenta especies de hongos medicinales usados a nivel mundial, había uno que tenía las propiedades de casi todos ellos: el reishi.

«Fue entonces cuando empecé a tirar de contactos, conseguí traer muestras y vi los beneficios en gente muy cercana. Luego, considerando que podía ayudar a muchas personas, me decidí a preparar las instalaciones de la empresa. De esto ya hace unos cuantos años», recuerda.

Antes de llegar a los consumidores, el producto se somete a estrictos controles. Así, todos los lotes de los proveedores son verificados genética, microbiológica, química y organolépticamente.  

Para ello, trabaja con cuatro entidades que controlan todas las características sanitarias y de calidad del producto, aunque este requisito no sea exigido por la legislación actual. En breve, el cliente podrá ver los resultados de los análisis del frasco que tenga en sus manos desde la página web de la compañía, www.mundoreishi.com.

COMERCIALIZACIÓN. La compañía comercializa este hongo exclusivamente en polvo aunque en breve sacará al mercado nuevos productos de máxima calidad.

El próximo reto para Fraile será lanzar una miel cremada de reishi que se podrá untar gracias a su textura y que el responsable de la compañía ha conseguido a través de un proceso de cristalización controlada.

Todo ello se puede adquirir en la pequeña red de distribuidores que Mundo Reishi tiene repartidos por todo el país y en la tienda online de la sociedad y si bien ya se puede comprar el producto en algunas herboristerías de Palencia y León, todavía no han dado el salto a las tiendas.

Los precios oscilan entre los 17,50 euros del bote que puede llegar a durar un mes usándolo todos los días, hasta los 55,95 para el de cuatro meses. También han ideado otro tamaño, óptimo para sesenta días, que cuesta 29,95 euros.