La Red Centinela Sanitaria de Castilla y León quiere avanzar en la atención que presta a los enfermeros en los domicilios, para lo que se ha retado a medir, analizar y estudiar los cambios que se han registrado en la última década y afinar en protocolos de atención, en función de las necesidades de los pacientes y sus familias. Los resultados también permitirán orientar las estrategias y la necesaria adaptación, así como decidir actividades de formación y reciclaje para los profesionales de enfermería que realizan este tipo de asistencia sanitaria.

El trabajo es un punto y seguido al que se desarrolló en 2013, fecha desde la que han surgido nuevas recomendaciones asistenciales, protocolos y cambios en los patrones y estilos de vida, así como en la propia población autonómica, cada vez más envejecida y con mayores cuadros pluripatológicos, como informa Ical. Pasa por describir las variaciones sufridas para orientar las estrategias y la necesaria adaptación a las actuales necesidades de cuidados.

La atención domiciliaria se define como el tipo de asistencia o cuidados que se prestan en el domicilio de pacientes que, debido a su estado de salud o a su dificultad de movilidad, no se pueden desplazar al centro de salud que les corresponde. El desarrollo técnico permite ofrecer asistencia sanitaria en el domicilio fuera del centro de salud, del consultorio o de centros hospitalarios y atender al enfermo de forma integral en diferentes momentos de la enfermedad. Además, contribuye a conocer los estilos de vida dentro del ámbito familiar, a detectar situaciones de riesgo y a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La asistencia sanitaria en el domicilio implica que el profesional sanitario ejerza su actividad fuera del centro de salud lo que supone, en muchas ocasiones, la revisión y actualización de los protocolos de actuación en cada una de las situaciones que se podrían dar, explican desde la Red, que también quiere describir la carga de trabajo y aspectos organizativos de las visitas domiciliarias y las actividades sanitarias que se realizan.

El estudio que se va a realizar permitirá conocer el tipo de paciente atendido; describir la situación socio-económica y familiar del paciente; la frecuencia semanal de las visitas; quién las solicita, si el paciente, un familiar, o el propio médico.

Además, servirá para conocer los motivos por los que el paciente no acude a consulta; si vive en la misma localidad donde se ubica el centro de salud; problemas de salud; nivel de gravedad; si es un paciente terminal; padece un proceso crónico y cuál; si se trata de una persona inmovilizada (fracturas, deterioro cognitivo, enfermedad crónica, enfermedad osteomuscular, enfermedad neurológica…), con mediación vital, si acaba de recibir el alta hospitalaria, o padece varias patologías, entre otras cuestiones.