Editorial

Los libros son un buen antídoto contra la incertidumbre

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Las ventas y los préstamos online cobraron fuerza en los momentos duros y se mantienen

El sector del libro se vio afectado, de manera importante, durante la pandemia del coronavirus, especialmente en los meses más duros del confinamiento y tanto los editores, como los distribuidores y los libreros pueden dan cuenta de ello. No se podía salir y los títulos dormían una especie de sueño de los justos en imprentas, almacenes y librerías hasta que empezó a progresar el comercio online, que les fue dando salida. Si el lector no podía acudir al establecimiento, que estaba cerrado, o a las ferias, que no se celebraban, podría adquirirlo desde casa y recibirlo con las máximas garantías y sin otro contacto que recogérselo en la puerta al mensajero. 

Además proliferaron sobremanera los préstamos a través de servicios online y gratuitos como el eBiblio, que funciona todos los días del año en la biblioteca pública de Palencia, y en las de casi toda España, y permite descargarse temporalmente libros electrónicos, revistas, periódicos y audiolibros. Desde 2015 a 2022 en Palencia los préstamos online a través de esa plataforma se han incrementado más de un 1.500 por cien, pasando de unos tímidos 1.047 iniciales a los 16.795 actuales. Los años de mayor tirón fueron 2020 y 2021, precisamente los de la pandemia, pero no ha dejado de crecer y se va consolidando.   Es cierto que muchos lectores son reacios a abandonar el libro, el periódico o la revista en papel, ya que pocas cosas hay tan gratificantes como pasar las páginas, oírlas, olerlas y sentirlas, pero también lo es que la comodidad y el tamaño de los dispositivos electrónicos facilita llevarse los libros puestos, sin molestia ninguna, cuando se viaja y hasta cuando se pasea, en el caso de los audiolibros. Y en situaciones de aislamiento, sin librerías y sin bibliotecas disponibles, han sido algo así como la tabla de salvación del náufrago.

 Porque, a fin de cuentas, lo importante es leer, ya sea para formarse y aprender, para fantasear, para evadirse de la realidad, para desconectar de los problemas o para encontrar ciertas soluciones. La lectura permite descubrir mundos y el mundo, documentarse, estudiar, imaginar, llorar, reír, compartir experiencias, conocer la historia, adentrarse en la ciencia, disfrutar de las creaciones de los clásicos y de los contemporáneos, entender mejor lo que sucede y familiarizarse con el pasado, pero también con el futuro. Los libros son un buen antídoto contra la incertidumbre en épocas de crisis como la derivada de la pandemia y como esta más reciente propiciada por la guerra en Ucrania, por la falta de algunos suministros y por el encarecimiento de los materiales de producción y de los artículos de primera necesidad. 

También la subida de precios y la falta de suministros afectó a los editores palentinos, aunque pese a todo 2022 no fue un mal año y han ido sorteando los efectos perversos. La fuerza que emana de los libros es una de las patas que sostiene en pie las sociedades. Apoyémoslos.