«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»

David del Olmo
-

Asturiano, formador y profesional del baloncesto, Arturo Álvarez no ha tenido reparos en entrenar en Paraguay, Brasil o Portugal, como ayudante de Laso en la ACB, en Liga Femenina o la EBA. Él es un entrenador y se nutre de las experiencias

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Juan Mellado

El técnico asturiano del Destino Palencia (Mieres, 17-11-1976) habla de sus primeros ocho meses en el club y en tierras palentinas, aprovechando la pausa liguera con motivo del final de la primera fase, antes de encarar la segunda dentro del grupo por el ascenso.

Están a punto de cumplirse ocho meses desde su llegada 

Desde julio, el último entrenador anunciado de la liga, fuimos los últimos en entrar en el mercado y parece que fue ayer. Ocho meses de mucho trabajo, de mucho día a día con un staff que me está ayudando mucho, con un club perfectamente organizado y en una ciudad donde me he encontrado como en casa desde el primer día.

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Juan MelladoEn este año parece que el concepto del tiempo ha cambiado un poco

Una sensación de monotonía diaria, de no poder hacer lo que hacías antes, de estar mucho tiempo en casa. Del pabellón a casa y de casa al pabellón, algún día te levantas y no sabes si es martes, miércoles, o es mayo o agosto. Esa sensación de solo trabajar, de ver basket, sin ese ocio que había antes, esa posibilidad de visitar las zonas maravillosas que me gustaron cuando llegué a Palencia, hace que pierdas un poco la noción del tiempo.

Ha encajado muy bien. Se le ve a gusto en Palencia y en el club

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Juan MelladoNo sé si por parte del club o los aficionados, pero por mi parte, sí. El club me ha dado todo lo que necesito para trabajar, unos jugadores que se esfuerzan día a día, unas oficinas, unos medios, unos compañeros de trabajo. Y la ciudad siempre me encantó. Yo tenía un reto, desde que venía a jugar aquí, de alguna vez poder entrenar al Destino Palencia. Y ahora que lo he conseguido, lo que hago es trabajar al máximo para que el sueño dure al máximo y poder dar esas satisfacciones a la afición que confía en mí y que tan bien me ha recibido.

¿Cuánto pesó en la decisión de venir a Palencia poder ver el pabellón lleno apoyando a su equipo?

Cuando nos reunimos con el club, a la pregunta de si estaba convencido, creo que no dejé terminar la frase: no vamos a hablar de otras cosas ni de las condiciones, digo que sí, porque Palencia es el sitio donde quiero estar. Recordando ese pabellón lleno, la entidad del club y su historia, viendo los medios, el proyecto y todo lo que le rodea, los aficionados que tienen su propia web, el seguimiento en general, cualquier entrenador hubiera dicho que sí.

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Juan MelladoNadie le asegura la continuidad, pero más que para un año, vino para un proyecto

Sí, me gustaría. Pero el club ha hecho muy bien en hacer contrato anual, porque no nos conocíamos, es normal que quisiera saber quién es Arturo en el día a día, en las situaciones buenas y en las malas. Pienso que cuando acabe la temporada me gustaría que se evaluase mi trayectoria aquí y la decisión que el club tome será respetada. Estoy muy a gusto, he encontrado mi segunda ciudad después de Mieres ahora mismo y el entusiasmo, aunque ahora no se pueda ver en las gradas llenas, se palpa. Al parar en un paso de cebra, gente que te mira, que te saluda, cuando vas a coger el autobús de viaje, te desea suerte.Incluso hasta quien nos hace alguna crítica, porque sienten el equipo, hasta las recibes con cariño. Eso quiere decir que el Destino Palencia significa mucho.

Como curiosidad, como visitante ganó dos veces en el pabellón lleno

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Óscar NavarroSí, con Araberri y Prat, dando un poco la sorpresa. Además, fuimos despedidos en ambas con aplausos, lo que demuestra que hay una afición que sabe de esto, que sabe premiar a la gente que hace buen baloncesto. Siempre tuve un buen recuerdo, ahora solo queda que nos puedan aplaudir en una victoria, en una clasificación para el play-off, en un objetivo cumplido.

Dos veces pudo entrar el público este año, en cantidad muy reducida. ¿Cuánto se notó?

Es otra historia. Cuando los jugadores lo ven al principio del partido, esa motivación, el corazón va a otras pulsaciones, la magia de la peña, la magia de los seguidores. Se ha notado mucho, dos partidos, dos victorias. ¿Qué pasaría si llenásemos siempre el pabellón? Ahí queda esta pregunta para cuando pueda darse por fin.

«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido»«Ojalá tengamos público, aunque sea en el último partido» - Foto: Óscar NavarroAcabó la primera fase con 8-8. ¿Lo que el equipo merece por potencial?

Yo soy ambicioso. Llegué al Prat para salvar la categoría y jugamos las semifinales y perdimos en el quinto partido. No sé el potencial, el nivel de los grupos. Nosotros hemos intentado estar lo más arriba posible, conseguir primero el objetivo de no coquetear con el descenso, en un año muy difícil donde bajan cuatro y algún histórico puede meterse en problemas.Pero nunca estoy contento con el resultado, me gustaría haber acabado 10-6. Esa derrota contra Burgos en casa, fue fuera de lo esperado. Y quizá podíamos haber ganado al Oviedo en la prórroga, aunque también ganamos allí en el último segundo. Esos dos partidos son los que nos hubieran dado un notable alto.

¿Ha sido muy difícil conjugar la seguridad del grupo ante el virus, sin perder la concentración en los entrenamientos y partidos? 

El club ha hecho un trabajo increíble, porque teníamos muchos factores de posibles riesgos, jugadores vinculados que van al colegio, que están con gente que no hace sus tests semanales, la gente que viene al pabellón... Las medidas que han puesto el club y el Ayuntamiento en el pabellón han ido excepcionales, nos han ayudado mucho. Ylos jugadores se lo han tomado muy en serio. Creo que somos el único equipo del grupo que no ha padecido el virus, eso quiere decir que ha habido una protección por parte del club y un saber hacer de todos los miembros del staff y de la plantilla. 

El día a día no cambia, cuando entras en la pista da igual que sea covid que no, eso no cambia. Sí cambia el pretrabajo, el postrabajo, que sea más vigilado, más preventivo. A nivel deportivo nos hemos trazado un mapa de victoria a victoria, de llegar a las seis, luego a las siete, a las ocho... No creo que hubiera sido bueno planteándonos que hay que ganar, seis, nueve u 11, porque la presión en estos momentos donde tu cabeza solo va de casa al pabellón, con mucho tiempo para pensar, no hubiera sido buena. 

Este año sin público, ¿cómo se consigue cambiar el chip del entrenamiento a un partido, activarse?

Antes muchos días no necesitabas motivar a la gente. Salir a una cancha difícil, salir en tu campo. Ahora intentas una programación basada en el trabajo del preparador físico, fisio y entrenadores ayudantes. Un calentamiento un poco más activo, más animado por parte de todos, para que sea lo más similar a un partido de los de antes. Aún así, cuando salen los cinco jugadores y se queda todo en silencio, es una situación difícil.Los primeros minutos, una decisión arbitral... todo cambia. En todas las categorías las plantillas se están acostumbrando. Con voces muy altas de los entrenadores, hay que tener un poco más de cuidado, que los árbitros te oyen todo. Después de seis o siete meses los equipos se han adaptado. 

Descansaban este fin de semana en la última jornada y la segunda fase se ha aplazado una semana. ¿Les viene bien ese descanso?

Los primeros días viene mal. Más cuando vienes de una derrota en un mal partido en Lugo, quieres que llegue el siguiente para ganar lo antes posible, pero luego ves que te va a servir para hacer una minipretemporada, para que Xavi Rey gane terreno, para que Preston Purifoy se recupere. Y lo planteamos como un microciclo que nos haga llegar al día 19 con todos los efectivos, con pequeños cambios y variaciones que nos hagan mejorar el rendimiento.

¿Los tres fichajes han servido para pulir las carencias que podía tener el equipo?

Es un año difícil, por la reducción presupuestaria, donde sentimos mucho que se hayan cerrado negocios de la ciudad que apoyaban al equipo, que las empresas tengan primero que asegurar a sus trabajadores antes que esponsorizar.Aprovecho para agradecer a todos los que colaboran con el club, que son muchísimos. Eso de ir tarde al mercado, tener menos presupuesto, nos ha hecho tener que apostar.Jugadores comoBakary Camara, que no se adaptó a la LEBOro y buscó acomodo en Plata, donde está teniendo su lugar. Veíamos en el perímetro que nos faltaba un tirador y Cugini nos garantiza esos minutos que Purifoy no pueda jugar, con una amenaza que haga el trabajo más fácil a hombres consagrados comoBorovnjak. YXaviRey llega para superar ese problema que tenemos con el rebote, ya que tenemos pocos centímetros y capacidad de intimidación. En plena forma nos dará mucho.Sentimos las bajas de Gatell y Bakary, han sido profesionales. Han buscado su futuro, jugar más minutos y les deseamos lo mejor.

La diferencia con equipos como Coruña o Breogán, que mantienen potenciales y presupuestos similares a los de la temporada pasada,  ¿se traduce en el físico y la rotación?

La LEB Oro se ha convertido en una liga muy física.En nuestro grupo los más físicos son esos dos equipos y han ocupado las dos primeras posiciones. Algo tendrá que ver la lógica. En todas las ligas se nota y sí es cierto que esos jugadores valen más dinero. Sí que nos hubiera gustado mantener a jugadores como Larsen o Kacinas y no ha podido ser.Ese tipo de altura, de potencia física, suman. Y sí, esos equipos tienen esa ventaja. Nosotros lo hemos intentado, dentro de nuestras posibilidades, con jugadores comoPurifoy, Borovnjak o Jabari Narcis, que todavía no se ha adaptado al baloncesto profesional europeo. Pero yo estoy muy contento con la plantilla, somos muy ambiciosos, vamos a luchar por todo, hasta el último día. 

¿El crecimiento del equipo le va a permitir competir un poco más que en la primer fase y, si se logra, en los cruces?

Sí, seguro. Las piernas tras nueve meses de competición no serán las mismas.Quien llegue ahí estará desgastado y creo que se va a igualar más. Nuestro deseo es llegar ahí y sabemos que en un play-off no seremos queridos, porque saben que nos gusta ganar y pelear. 

Ojalá pronto con público

Sí, ojalá. Se echa mucho de menos. Para todo, para valorar tu trabajo, para que los chicos tengan su apoyo. Sabemos que lo tenemos detrás, pero nos gustaría verlo delante, en uno de los mejores pabellones de la liga. Ojalá, aunque sea en el último partido de la liguilla, en el último momento, podamos tener público, porque eso significaría haber dado un paso de gigante en la sanidad española.

¿Qué le ha enseñado este año?

A pesar de haber estado en muchas situaciones diferentes en mi vida, me he dado cuenta de que soy un privilegiado, viendo cómo está el país, de poder hacer lo que me gusta, de poder seguir siendo entrenador de baloncesto en una época muy difícil para todos. Es un privilegio poder estar entre esos deportistas que pueden hacer su trabajo. Yen segundo lugar, que te tienes que adaptar a lo que marca la vida. Y si no puedes hacer el trabajo de la misma forma, adaptarte, entrenar con lo que nos digan, valorar mucho la salud. Me he dicho: Arturo eres muy afortunado por poder hacer lo que te gusta en uno de los mejores sitios donde podías estar. 

Porque usted ha vivido muchas experiencias en el baloncesto que le han influido

Voy a cumplir mi año 25 como entrenador, he estado en todas las categorías, ACB (ayudante de Pablo Laso), LEB Oro, EBA, Liga Femenina, LF-2, en Brasil en dos ocasiones, en clubes grandes comoel Benfica o el Palmeiras y otros pobres que luchan por el descenso. La experiencia me ha traído a Palencia combinando todas esas maneras de actuar en situaciones diversas. De tensión, de éxito, de fracaso. Y creo que eso me ha hecho ser mejor entrenador, plantearme la vida de otra forma y  afrontar los conflictos de una manera positiva, donde tengan solución. Sobrevivir con una pistola en la cabeza en un secuestro en Brasil durante siete horas en un autobús con mi equipo cuando íbamos a jugar, hace que seas otra persona al bajarte de allí. Sobrevivir a un golpe de estado en Paraguay cuando era el seleccionador nacional, sin saber lo que va a pasar, hace que tu corazón  lata de una forma diferente. Y ahora en España puedo seguir trabajando en lo que me gusta, soy afortunado. He podido trasmitir a mis equipos todas las cosas buenas y malas que me han pasado para que la gente que está conmigo no las pase y que, si en algún momento las tienen enfrente, sepan afrontarlas. También soy profesor de formación, mi familia tiene un colegio en Asturias y eso es mi vida, intentar enseñar de forma positiva.