El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza ha calificado la añada de 2022 como «muy buena». Pero más allá de esa valoración general, se ha destacado el éxito de los tintos, que han alcanzado un nivel «excelente». Además, los blancos han dejado un gran sabor de boca y permiten afirmar que se convertirán en quienes marquen el camino a seguir de estos vinos.
Se está consiguiendo una «identidad propia» que sirve para diferenciarse del resto, menciona el reconocido sumiller Diego González. «La añada representa un poco lo que tiene que ser el futuro de Arlanza, con unos tientos muy buenos y unos blancos que pueden llegar a sorprender, pero quizás no era un año tanto para los rosados y por eso no se ha llegado al nivel general de excelente», argumenta. Lo que parece claro es que los vinos blancos tienen mucho que decir y que darán grandes alegrías.
Ramiro García, presidente de la DO Arlanza, expresa su satisfacción por el resultado obtenido después de un año más cálido de lo normal. «Aún así, y gracias a la altitud de la comarca, la vendimia fue en su mayoría en octubre, que en otros sitios se adelantó bastante y aquí solo una semana; las fermentaciones han sido difíciles pero al final se ha hecho un buen trabajo en bodega», manifiesta. Así, pese a todas las dificultades, se han logrado unas estupendas puntuaciones.
«Al final no teníamos los blancos tan asociados a la zona del Arlanza y se están haciendo a un nivel muy alto, las personas que están detrás de los vinos van entendiendo un poco más las condiciones tan peculiares de la zona y eso hace que la calidad mejore», desarrolla Diego González, contento por el trabajo que se está haciendo. En esta ocasión se han quedado a las puertas de la máxima puntuación, «excelente», y para ello solo ha faltado subir el nivel de rosados, que han tenido evolución un poco más rápida de lo habitual.
El Consejo Regulador se reunió recientemente en Santo Domingo de Silos (Burgos). El comité de cata estuvo compuesto por 16 catadores profesionales, entre los que había directores técnicos de otras denominaciones de origen de Castilla y León, integrantes de la Asociación de Sumilleres de Castilla y León, periodistas del sector de vinos y gastronomía, enólogos y miembros del panel de cata de la DO Arlanza, como ocurre en el caso de los sumilleres Fernando Mayoral y Diego González. Se valoraron once vinos de los distintos tipos, procedentes de las bodegas de la denominación de origen y que se seleccionaron en una cata anterior de un total de 24 muestras.
PREVISIONES DE ESTE AÑO
Las miradas ya se centran en lo que ocurrirá de cara a este 2023. Las previsiones actuales son realmente buenas y las últimas comprobaciones de Ramiro García en aquellas viñas cultivadas en ecológico demuestran que no han proliferado enfermedades, como pensaban que iba a ocurrir después del calor y de las múltiples lluvias de junio. «Todos nos temíamos algo peor, pero lo que he visto en puntos como Covarrubias, Santa Inés o Villalmanzo es que las hojas están muy sanas, hoy por hoy se dan muy buenas condiciones», asegura el presidente de la DO. Todavía queda tiempo, pero parece que para este año viene mucha cantidad.