Además de la agenda política y social, la cuestión ecológica y el activismo medioambiental son también fuentes de inspiración en el ámbito artístico. Muestra de ello es la exposición El valor de la sal hasta el 31 de agosto se puede visitar en la Fundación Díaz-Caneja.
Esta exposición pretende crear el debate sobre las funciones de la sal y las salinas bajo una visión artística de la corriente americana land art, introduciendo temas que hagan cuestionarse al visitante preguntas sobre el cambio climático y el ecologismo. «Es una exposición que trata sobre los procesos extractivos en las salinas que, a diferencia de la minería, no degradan el medioambiente. Todo lo contrario: aportan biodiversidad. Generan ecosistemas, por eso todas las salinas suelen ser zonas especiales de protección de aves (ZEPA), ya que estos lugares sirven de espacio para la migración de muchas aves», explica Juan Guardiola, el creador de esta colección y el director de la Díaz-Caneja, durante la inauguración, en la que estuvo acompañado por el director del Museo de Palencia, Francisco Javier Pérez.
Esta muestra es una coproducción de la fundación palentina con Lo Pati-Centre d'Art de les Terres de l'Ebre, en Amposta, que reúne nueve composiciones artísticas de la mano de creadores nacionales, internacionales y representantes de diferentes generaciones, que reflexionan a través de dibujos al carbón, proyecciones de vídeos, esculturas efímeras y fotografías, entre otras manifestaciones, de la importancia cultural y ambiental de las salinas.
«Visitando la reserva natural del delta del Ebro encontré unas salinas y a partir de ahí comenzó esta idea. Investigamos para ver que otros artistas podían estar interesados y empezar a preparar la muestra», añade Guardiola.
OBRAS EXPUESTAS.
Son trabajos que dan importancia a la sal. Algunas de estas obras muestran la preocupación y sensibilidad del artista con el medioambiente y resaltan la labor de las salinas como espacio de biodiversidad.
Las obras son El capítulo del mar de Bárbara Fluxá (Madrid); La sal de Carmen Laffón (Sevilla, 1934 – Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 2021); Vigilaban en la última luz la aparición del espejismo de Cristina Mejías (Jerez de la Frontera); Salario de Eva Lootz (Viena); Alrededor de las salinas de Jacinto Esteva (Barcelona, 1936 - 1984); Cotacero de Jorge Yeregui (Santander); Madre sal y Cartografía de la sal de Lucia Loren (Madrid); Las Puntas, Fuencaliente y Los Cocoteros de Luna Bengoechea (Gran Canària); y Roca de sal de Miguel Sbastida (Madrid).