El barrio de Pan y Guindas reclama una reforma del parque

Jaime Montes
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La suciedad de la fuente principal y la falta de papeleras y de mantenimiento de los jardines son las principales quejas

La fuente del parque de la Marina es uno de los principales problemas - Foto: Marina de Dios

El parque de la Marina del barrio de Pan y Guindas es para los vecinos el principal punto de encuentro. Sin embargo, Maite Rodríguez, presidenta de la asociación, reclama una mejora y reforma de este espacio. «La fuente principal y la falta de papeleras y del cuidado de los jardines, los bancos y las ramas bajas de los pinos», son los principales problemas. 

En mitad del parque, hay una pequeña plaza en la que existe una fuente con un ancla y una vela de barco. No funciona. «Entiendo que no pueda estar dando agua todo el rato, pero se agradecería que cuando hace tanto calor funcionará ya que eso haría que se refrescará el ambiente», comenta la presidenta. Aunque este no es el principal problema que encuentra Rodríguez en dicha construcción. «La limpieza deja mucho que desear, el fondo de la fuente tiene verdín y mucha suciedad. Los niños y algunos adultos tiran piedras en su interior. No sé cuándo fue la última vez que vinieron a limpiarla», apunta. «El estado actual es muy desagradable, está lleno de cagadas de paloma», añade. 

Este barrio fue en su día una zona de huertas y la población de palomas siempre ha sido muy elevada en comparación con otros explica Rodríguez. «Todos los bancos y el suelo de los parques infantiles están llenos de los excrementos de estas aves», señala. 

En el anterior proyecto del parque, se construyeron unos asientos de hormigón que rodean a la fuente pero que fueron recubiertos con madera. «Se pintaron el día que se pusieron y nunca más han vuelto a venir para comprobar el estado de los mismos. Están llenos de basura y excrementos», afirma la presidenta de la asociación de vecinos. 

Caminando por el parque, se puede apreciar la falta de papeleras y esta es otra de las peticiones que eleva Rodríguez a la nueva corporación. «Hay una gran falta de civismo en todo el mundo, muchas personas cuando ven basura en el suelo deciden tirarla ellos también. Luego nos quejamos de la suciedad», declara. «Las papeleras que hay están llenas todo el rato, es imposible meter más basura en ellas, por tanto, la gente decide arrojarla al pavimento».

El barrio se caracteriza por ser uno de los que más zona arbolada y verde tiene. «Nos encantaría presumir de ello, pero viendo el estado de nuestros jardines no podemos», se lamenta Rodríguez. «Las hierbas están llegando a tener una altura que no creo que podamos considerarlo como césped, sino como maleza. Va a llegar un momento en el que van a tener que usar máquinas especiales para podar toda la zona», expone. Rodríguez asegura que este problema no es único en el barrio puesto que «hay seis trabajadores de servicios de jardines para toda la ciudad. Tenemos dos que se ocupan de esta zona y de la del Cristo. Esto es algo inviable, necesitamos a más gente cualificada que tenga un contrato de más de seis meses porque en ese periodo no les da tiempo a aprender sobre nada de jardinería. Lo mismo sucede con el alumbrado y otros servicios públicos», exige la presidenta. 

Algunas peticiones de años anteriores ya se han solucionado, sin embargo, otras siguen en el aire. «Vamos a darle tiempo a la nueva corporación que acaba de entrar», declara. «Todos los años hacemos una famosa carta que la denominamos como la de los Reyes Magos. En ella anotamos todas las quejas que encontramos en el barrio para mandársela al Ayuntamiento. Por ahora parece que sí la han visto», afirma Rodríguez. 

Este año, debido a las condiciones meteorológicas, los vecinos de Pan y Guindas sufrieron una plaga de cucarachas. «Hemos llegado a tenerlas hasta por nuestras casas», apunta la presidenta. «Vino el exterminador a ver qué estaba pasando y generó un problema nuevo. Como había cucarachas en las arquetas, venían, las levantaban y luego de la presión que ejercían destrozaban los adoquines de alrededor.», añade. Y es que el asfaltado también se encuentra algo dañado. «No es nuestra queja principal, pero sí es verdad que llamábamos para que lo arreglaran y todos se lavaban las manos». 

Respecto al alumbrado, este parque se suma a la lista de aquellos que necesitan mejor iluminación, como es el de la Carcavilla del barrio de San Antonio. «Ahora en verano da un poco más igual porque los días son largos y hay muchas horas de luz, pero en invierno que anochece pronto, adentrarse en este lugar es como meterse en la boca del lobo. Hay zonas que están bien iluminadas, pero otras no», concluye Rodríguez. 

Zona de los Reyes Católicos.

La zona de los Reyes Católicos lleva semanas oliendo a un gas que no ha sido identificado todavía, ni se sabe cuál es su procedencia.

«Hemos ido a hacer la reclamación al Procurador del Común y estamos esperando a que venga alguien a estudiarlo y detecten el nombre», comenta Maite Rodríguez, presidenta del barrio de Pan y Guindas. 

«No sabemos de dónde viene ese fuerte olor, ni tampoco si es malo para la salud de nuestros vecinos. Esperamos que se solucione pronto», afirma.

Las plaza de Lima y de Bogotá.

Son espacios público-privados formados por casas bajas habitadas por personas mayores o jóvenes que no pueden hacerse cargo de su cuidado. «Los vecinos con ayuda de los servicios del Ayuntamiento cortaron unos árboles pero han dejado el tocón en mitad del alcorque. Esto está provocando que al no haberse limpiado bien el árbol, las raíces sigan creciendo y estén levantando todos los adoquines que lo rodean», apunta Maite Rodríguez, presidenta de la asociación de vecinos de Pan y Guindas. En esta parte de la ciudad se está impulsando el uso de la bicicleta pintando un carril para ello en la carretera. «Es algo que no lo veo, sé que viene de fondos europeos y se tiene que hacer, pero los ciclistas y los que usan patinete seguirán yendo por la acera», concluye Rodríguez.