La patronal CEOE ve con reticencia el dato de crecimiento del PIB del 5,5% en 2022, porque considera que está muy condicionado por la significativa inercia positiva arrastrada de 2021, y avisa de un escenario que puede lastrar la actividad y el empleo en 2023.
"Aunque este crecimiento podría parecer elevado, hay que verlo con cierta reticencia, ya que está muy condicionado por un significativo efecto carry over (efecto residual)", asegura la patronal en un comunicado.
"Sin este efecto, la propia dinámica del crecimiento del año se situaría cerca del 2,6%", dice la CEOE, que alerta de que para 2023 siguen existiendo riesgos a la baja, como el impacto de la subida de los tipos de interés sobre el consumo e inversión de familias y empresas, la alta inflación, la situación de las finanzas públicas y un panorama geopolítico incierto.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) divulgó hoy que la economía española cerró 2022 con un crecimiento del 5,5%, la misma tasa que el ejercicio anterior, a pesar de que todas las previsiones apuntaban a una desaceleración de la economía debido a un contexto internacional de gran incertidumbre marcado por las consecuencias de la guerra en Ucrania.
En cuanto al cuarto trimestre del ejercicio, el PIB se apuntó un leve incremento del 0,2%, una décima más que en los tres meses anteriores.
"Respeto" para los empresarios
La CEOE ha salido este viernes también en defensa de los empresarios españoles de las críticas lanzadas en los últimos días por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, contra las grandes empresas de distribución y en particular contra el presidente de Mercadona, Juan Roig.
"Los empresarios españoles merecen un respeto, lejos de las difamaciones a las que estamos asistiendo", afirma la CEOE en comunicado, en el que advierte de que estos ataques a los empresarios "afectan a la convivencia, a la estabilidad del país y a la confianza".
"En los últimos días, hemos asistido a una serie de declaraciones por parte de algunos actores políticos e, incluso, de miembros del Gobierno, que vienen a cuestionar el papel del empresariado con una agresión directa a la que se ha llegado a poner nombre propio", señala la CEOE en alusión a las críticas directas de Belarra al presidente de Mercadona.
La organización que preside Antonio Garamendi condena en su comunicado esta "injusta estrategia de desprestigio y descalificación" que están sufriendo los empresarios españoles, que "curiosamente", afirma, se ha visto "intensificada" en este inicio de año electoral.
La patronal recuerda que la Constitución, en su artículo 38, ampara la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado y exige a los poderes públicos la necesaria garantía y protección en su ejercicio. "Es incompatible el desconocimiento de estos mínimos principios con el ejercicio de un cargo en un poder del Estado", subraya la CEOE.
Para la organización empresarial, supone un "grave error" dirigir la atención de la opinión pública hacia los empresarios, "culpabilizándoles de determinados problemas económicos", en lo que la CEOE califica como una "estrategia peligrosísima de claro corte populista".
"En su lugar, los empresarios españoles, y estamos seguros de que la sociedad en general, echamos en falta que determinadas fuerzas dentro del Gobierno se comprometan con la gestión de los problemas más importantes que arrastra la economía española y centren sus esfuerzos, como hacemos las empresas, en prepararla para un paradigma futuro en el que hará falta más formación, más innovación y más empleo", remarca.
La patronal asegura que cada uno de los ataques que se han lanzado en los últimos días contra las empresas "se extiende contra toda la iniciativa privada": trabajadores autónomos, comerciantes, agricultores, pequeñas y medianas empresas y grandes empresas. "Todos ellos forman parte del tejido empresarial y ejercen legítimamente su actividad desde la libertad de empresa que la Constitución española les reconoce", insiste la organización empresarial.
Reformas y no "consignas"
La CEOE sostiene que en el complejo momento económico actual, "que también sufren las empresas españolas", es cuando los responsables políticos "deben ser capaces de dar respuesta a las enormes dificultades que atraviesan los ciudadanos, pero no con consignas sino con reformas", y tampoco con ataques a los empresarios, sino con llamamientos al acuerdo.
La patronal recuerda que las empresas son el motor de la economía y del empleo y, por tanto, de recursos para el sector público. En este sentido, subraya que las empresas están detrás de ocho de cada diez puestos de trabajo y que dedicaron todos sus esfuerzos a mantenerlos durante la crisis del Covid.
"Ahora, con la guerra de Ucrania, cuando se han disparado sus costes al tiempo que subía la inflación, que también están sufriendo las empresas, están haciendo un esfuerzo por no repercutirlos en su totalidad en los precios finales, mientras el mercado laboral se sostiene", defiende la CEOE.
La organización empresarial argumenta que para sostener su contribución a la economía, las empresas tienen que ser competitivas. "Posicionarse en contra y no junto a las empresas y adoptar decisiones que suponen obstáculos a su desarrollo es ir en contra de esa dinámica económica, de la recuperación, del empleo y, por tanto, del bienestar de los ciudadanos", advierte.
Mano tendida
La patronal termina su comunicado tendiendo la mano "para dejar a un lado la crispación que algunos parece que están buscando" y afrontar el momento actual "desde la moderación y el espíritu constructivo".
"Es lo que esperamos las empresas españolas y todos los ciudadanos en favor de la convivencia. En definitiva, nos sentimos orgullosos y defenderemos siempre la labor de los empresarios y empresarias de este país", concluye.