El veredicto de las urnas es siempre determinante en España a la hora de decidir quién alcanza la Moncloa, pactos electorales aparte. Pero, como una legislatura dura hasta cuatro años, si el Gobierno no se rompe antes, la Constitución establece un mecanismo para tomar el pulso a la confianza que el Congreso tiene en el jefe del Ejecutivo: la moción de censura. Una herramienta nacida en democracia que ahora vuelve a entrar en escena con Vox.
La iniciativa queda reflejada en la Carta Magna, concretamente en su artículo 113, y da la posibilidad de forzar la salida del presidente y los integrantes de su Gabinete, permitiendo la posterior investidura de un nuevo candidato.
Para que se pueda presentar la moción, debe contar con las firmas de al menos una décima parte de los diputados (35). Así, una vez que la Mesa del Congreso la haya aceptado, se celebrará un debate. Este comenzará con la defensa de la iniciativa por parte de uno de los diputados firmantes de la misma. Tras él, subirá a la tribuna de oradores el candidato propuesto para exponer su programa. En ambos casos, estos discursos no tendrán límite de tiempo.
Posteriormente, podrá intervenir un representante de cada uno de los grupos parlamentarios que lo solicite durante un máximo de media hora, con un turno extra de réplica de 10 minutos.
Tras el debate, la moción se someterán a votación, necesitando que una mayoría absoluta de los miembros del Congreso (al menos 176) la apoyen para salir adelante.
En las cuatro décadas de democracia en España, tres de los siete presidentes que han gobernado se han tenido que enfrentar al menos a una moción, aunque solo una tuvo el resultado buscado. Fue la lanzada contra Mariano Rajoy en 2018 por el PSOE, que logró 180 síes (los de Podemos, ERC, PdCat, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias), mientras que PP, Cs, UPN y Foro Asturias sumaron los 169 nóes. A estos se sumó la abstención de la diputada de Coalición Canaria.
Las tres primeras
El entonces líder del PP ya había superado una precedente en 2017, encabezada por la formación morada, que cosechó 82 votos a favor. Anteriormente, en 1980, Adolfo Suárez se enfrentó a la primera moción de la democracia. Presentada por el PSOE, consiguió el apoyo de 152 diputados. En esta ocasión, los socialistas se quedaron a 24 votos de conseguir tumbar el Gobierno.
También el presidente Felipe González tuvo que encarar esta situación, en 1987. La moción de censura, liderada por Alianza Personal, solo recabó 67 síes.