Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


A vueltas con Extremadura

26/06/2023

Hemos pasado el fin de semana siguiendo con atención máxima lo que sucede en Rusia, donde el jefe del grupo Wagner, el temible Prigozhin, un hombre sin escrúpulos que puso a sus docenas de miles de mercenarios a disposición de Putin, se rebeló contra el presidente ruso por el desacuerdo con su ministro de Defensa y el más poderoso de sus generales, Geramisov. Dos hombres que aunque deben todo al grupo Wagner, ni atendían sus necesidades económicas y de material militar ni corregían su estrategia como les exigía Prigozhin.

Putin ha conocido en carne propia las consecuencias de dar poder a los traidores. Llevado al terreno político, lo que parece que le ocurre a Feijóo es que se guarda de dar excesivo poder a quien le puede chantajear o traicionar, a primeras de cambio. Ciudadanos lo hizo en Murcia e intentó hacerlo en Madrid; y en Castilla y León le ha faltado tiempo a Vox para presentar su peor cara. Después de que Mazón llegara a un acuerdo en Valencia en el que se excedió en generosidad pero valía la pena, pues suponía nada menos que gobernar en Valencia, era necesario parar los pies a un Vox ensoberbecido que se veía ya con despachos ilustres de La Moncloa. Una vicepresidencia, desde luego.

Feijóo ha apoyado a María Guardiola, que el mismo día que se preparaba para negociar con Vox se encontró con unas declaraciones de Buxadé en las que no solo pretendía hacerse con varias consejerías aunque no contaba más que con el 8 por ciento de los votos, sino que ponía sobe la mesa propuestas programáticas de tipo social impropias de un gobierno democrático. Expresadas además por un personaje, Buxadé, que si ya da miedo en el Parlamento Europea por sus posiciones extremistas, y eso que en ese parlamento están representados partidos ultras, en España presenta un rostro absolutamente feroz en su intolerancia y soberbia. Mal socio para Abascal, el presidente de Vox, que cuenta con gente creíble en su partido, pero prefiere a los más tremendistas para su círculo de poder. Tremendistas que suelen ser, como sabe todo el mundo, como debe saber Feijóo por su larga experiencia política, los personajes que, como Prigozhin, más pronto se rebelan contra sus jefes si no se cumplen sus ambiciones.

Este martes se reúne el nuevo grupo parlamentario del PP de Extremadura, y ahí se debatirá sobre los posibles acuerdos con Vox. Imposible predecir qué va a ocurrir, pero sí parece lógico pensar que puede haber acuerdo si PP y Vox se ponen a negociar en serio un acuerdo de gobierno. En serio significa redactar un programa aceptable para todos y, desde luego, que Vox no pida más poder que el que le corresponde en función de su resultado, no como si fuera el segundo partido extremeño. Y también sería necesario que Abascal comprenda que nadie serio se siente cómodo negociando con un voceras como Buxadé. No habla: amenaza.