Las máquinas vuelven a la A-73 entre Aguilar y Burgos

L.M.
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Una motoniveladora inicia los trabajos del tramo desde Montorio hasta Quintanaortuño, redactado hace 15 años y que llevaba listo para su licitación desde 2016. Su ejecución completa se demorará aún 36 meses

Las máquinas vuelven a la A-73 entre Aguilar y Burgos

Quince años después de iniciarse la redacción del proyecto constructivo, y casi siete desde que el por entonces Ministerio de Fomento aprobara los planos de forma provisional, las obras del tramo de la A-73 entre Quintanaortuño y Montorio son palpables. La UTE adjudicataria ha empezado a ejecutar este segmento de 11,5 kilómetros de la futura vía desde Burgos hasta Aguilar de Campoo -ubicado a 50 kilómetros de la localidad galletera-  y tiene ya casi marcado el eje que vertebrará la futura calzada de la plataforma de alta capacidad. Una motoniveladora se encuentra desde el pasado 9 de octubre trabajando en tal cometido, una vez que ha quedado completamente delimitada la traza dentro de las fincas expropiadas para completar la construcción. 

El vehículo arrancó por el extremo sur de la actuación (en las inmediaciones de Ubierna y donde ya está colocado el cartel que anuncia las obras), mientras que cada día ha ido avanzando varios kilómetros, ahora en las inmediaciones de Montorio. La labor que está desarrollando esta máquina se complementa con la que ejerce un equipo de topógrafos a pie de campo y con las gestiones que realizan desde l oficina de la UTE adjudicataria, ubicadas en las inmediaciones de la capital castellana y que trabajan a pleno rendimiento. Una vez culmine el marcaje del eje de este segmento de autovía, la constructora comenzará con el montaje de las obras de drenaje transversal de tubos y el desbroce. 

Cabe recordar que buena parte del trazado discurrirá por el monte, especialmente hasta que vuelva a discurrir próximo a la carretera N-623 a la altura del cruce hacia Huérmeces. La llegada del invierno y las posibles lluvias impedirán que el avance visual sea notorio,  por lo que habrá que esperar al menos hasta principios del año que viene -finales del primer trimestre- para ver el primer acelerón constructivo.  El plan de obra contempla que no se empiece a actuar sobre las estructuras previstas hasta el verano de 2024, una labor que se prolongará hasta apenas dos meses antes de la conclusión de la obra, prevista para agosto del 2026.

El proyecto contempla la ejecución de un viaducto sobre el río Ubierna, tres pasos superiores, ocho inferiores y un ecoducto sobre la traza. Este último es, básicamente, un falso túnel de 145 metros de longitud sobre el que discurre una plataforma de 80 metros de ancho, naturalizada de tal forma con capas de tierra y plantaciones de especies autóctonas que permitirá el paso normal de animales salvajes sobre la autovía entre los estratégicos corredores ecológicos que forman  los ríos Ubierna y Urbel. Será el primero que se ejecute en todo el territorio burgalés. Además se dispondrán caminos paralelos a la traza para el acceso a las fincas agrícolas y ganaderas colindantes y el mantenimiento de la permeabilidad transversal. Para minimizar el impacto ambiental se ha ajustado el trazado hacia la vertiente oeste, disminuyendo de manera significativa el volumen de material excavado y el de préstamos y vertederos. 

108M€ de inversión. La unión temporal de empresas formada por FCC Construcción y Construcciones y Obras Llorente fue la ganadora de un proceso de licitación abierto el 2 de enero. Los 89,4 millones (108 con IVA) que demandaron y las ventajas técnicas que ofrecieron lograron imponerse a la docena de candidaturas. La distribución presupuestaria se repartirá de la siguiente manera: para este 2023 se contemplan 4,5 millones (IVA incluido), mientras que  en 024 el montante es de 37,4. En 2025 se dará el gran zarpazo a la ejecución con 54 millones yen 2026 hasta 30,7. En cuanto al contrato de control y vigilancia, el plazo de ejecución será de 39 meses -al real habrá que sumar el necesario para proceder a la liquidación final-, su presupuesto de 3,8 millones y se adjudicó a la UTE EIC-Grusamar por 2,9 millones.

Un futuro incierto para los tres tramos aún pendientes

La futura autovía A-73 entre Burgos y Aguilar de Campoo (Palencia) tendrá una longitud de 71,4 kilómetros. A día de hoy apenas hay 22,1 en servicio divididos en dos tramos: el Burgos-Quintanaortuño, inaugurado en 2013, y el Pedrosa de Valdelucio-Báscones de Valdivia, estrenado en 2021.

Con la ejecución ya real del tramo burgalés Quintanaortuño-Montorio la autovía recupera el ritmo de construcción que dejó de registrar desde finales del citado 2021. Por delante, además de esta conexión, que no estará terminada hasta por lo menos finales del 2026, quedan otros tres tramos. El Montorio-Santa Cruz del Tozoy el Santa Cruz del Tozo-Pedrosa de Valdelucio requieren, tal y como ha comunicado el Ministerio de Transportes en numerosas ocasiones, de una actualización en profundidad de sus respectivos proyectos. 

En total suman 31,4 kilómetros. El último, que unirá Báscones de Valdivia con Aguilar de Campoo (y de esta localidad a la A-67 que llega hasta Torrelavega) se encuentra en plena actualización.

En estos momentos la ingeniería pública Ineco está remodelando los planos de los proyectos, un encargo que se prolongará todavía al menos un año. De plazos para iniciar las posibles obras mejor no hablamos todavía...