El Palencia Cristo sigue sin ganar en casa. Con cuatro partidos disputados en La Balastera, los morados suman una derrota y tres empates. El de esta tarde, ante la Ponferradina B, el vicecolista, que solo acumula tres puntos (tres empates). Al equipo le está costando y le falta mucho para competir con sus teóricos rivales directos.

El Palencia Cristo comenzaba bien plantado, aunque la Ponferradina B no se achantaba y también quería protagonismo. Tramos de ciertas llegadas a las áreas dieron paso a otros de mayor juego en el centro del campo, con los dos equipos esperándose y respetándose. En uno de estos llegaba el primer gol del partido, en el minuto 41, con un pase atrás que recibía Oriol Ruiz, que la ajustaba perfecta, rasa, lejos del alcance de Javi. Poco más aconteció en la primera mitad, que terminó con el 0-1 en el marcador.

La segunda parte empezaba con intensidad, con dos ocasiones clarísimas para ambos. La primera, para la Ponferradina B, con un disparo de Arias al larguero. La segunda, para el Palencia Cristo, con un testarazo de Peli a portería vacía que se fue fuera. Poco después llegaba el tanto del empate, obra de Sabaté, que solo tenía que empujar un caramelo que le ponía Valentín después de un gran movimiento para zafarse de su marcador. Pero ahí se quedó la cosa, en tablas. El susto lo dio Carlos Doyague, que tuvo que acudir a urgencias al término del partido por taquicardia.