En su cuadragésima cuarta edición, la Marcha Aspanis congregó en una espléndida mañana de mayo, la de ayer, a unas 1.100 personas, que caminaron -hubo también quien pedaleó- bajo el lema Lo esencial permanece. El gerente, Antonio Mota, señaló que el año pasado se recuperaron cifras anteriores a la pandemia y habló de «hito» de la última década, y es que «pasar del millar de inscritos supone algo muy importante». «Seguro que la UPP, padrina de la convocatoria,  tiene mucha culpa de esto», añadió. 

Desde la UPP, su director, Cándido Abril, afirmó que era un «orgullo» estar en la Marcha  y que hubiera tanta gente «participando, dando visibilidad a la discapacidad y también a la inclusión».

Con su aportación,  -se espera, conseguir, en la línea de otros años, unos 10.000 euros- los participantes ayudan a que personas con discapacidad intelectual puedan tener una vida con calidad. Este año, el objetivo de la Marcha Aspanis es recaudar fondos para equipamiento de los centros de Aspanis Fundación Personas, donde a diario son atendidas casi 200 personas, ofreciéndoles servicios que cubren todo su ciclo vital.

Antonio Mota valoró la presencia de gente joven en la marcha, así como de familias, y es que lo que se pretende es que «sea un día de disfrute, de fiesta». El recorrido fue el de todos los años, «cómodo y muy bonito porque nos acompaña durante buena parte del trayecto el Canal de Castilla, que es un lujo que tenemos a la puerta de casa», incidió el gerente de Aspanis. Este comentó, en cuanto a  efectivos desplegados -entre voluntarios de Aspanis, Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local, Guardia Civil-, que eran en torno al centenar de personas.