Las fuerzas militares turcas han intensificado los ataques sobre la localidad de Ras al Ain, situada en el noreste de Siria, en el marco del cuarto día de ofensiva contra las milicias kurdas y a pesar de las peticiones de Estados Unidos para rebajar la escalada de bombardeos. 

Los bombardeos han sido intensos en Ras al Ain, una de las dos ciudades atacadas en los primeros compases de la ofensiva y donde pueden verse columnas de humo, según un periodista de Reuters. En el otro punto neurálgico, Tel Abyad, unos 120 kilómetros al este, tan solo se han registrado este sábado ataques puntuales de artillería. 

El Ministerio de Defensa de Turquía ha elevado a 415 el número de milicianos "neutralizados" desde el miércoles, cuando el presidente, Recep Tayyip Erdogan, dio orden de empezar las operaciones contra Estado Islámico y, especialmente, contra las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas. 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima que más de cien personas han muerto en estos primeros días, mientras que la ONU calcula que la cifra de desplazados ronda ya los 100.000. 

Turquía aspira a crear una zona segura dentro de Siria para avanzar, entre otras cosas, en el retorno de 3,6 millones de refugiados. Erdogan ha amenazado con dejar que estos refugiados emprendan camino hacia Europa si la UE no respalda la ofensiva.