El tiempo da una tregua para honrar a San Telmo

Pablo Torres
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Las lluvias de la mañana obligaron a alterar el orden entre la procesión y la eucaristía. Tras venerar la reliquia del santo, patrono de Frómista, cientos de vecinos acompañaron su talla

Los jóvenes danzantes del paloteo acompasaron la marcha con el ritmo de las castañuelas. - Foto: Sara Muniosguren

La devoción y las ganas de honrar al patrono, tan presentes en Frómista durante estas fiestas de San Telmo, pudieron ayer sobreponerse a las adversidades meteorológicas. Si bien el día no amaneció como a los fromisteños les hubiera gustado, la lluvia no impidió que la procesión, con un itinerario más acelerado que de costumbre, pudiera desfilar por las calles de la localidad. 

Después de pasar la resaca emocional de la procesión cívica de El Ole, cientos de vecinos acudieron a la iglesia de San Pedro para la eucaristía presidida por el obispo de Palencia, Mikel Garciandía. Desde los más pequeños hasta los más veteranos, el entusiasmo por honrar a su patrono quedó patente en la emoción con la que entonaron el himno a San Telmo, una melodía que acompañó con cada vez más volumen y emoción a los cientos de allegados que quisieron besar la reliquia del santo.

Parecía que el popular desfile  iba a quedarse en el interior de la parroquia, pero la lluvia, tan presente en la jornada matinal de ayer, quiso dar una pequeña tregua para que la talla de San Telmo presidiera una comitiva formada por cientos de vecinos y visitantes de la villa jacobea. 

Los estandartes de la cofradía, de igual nombre que el patrono, encabezaban la marcha, seguidos de una treintena de jóvenes danzantes del paloteo. A continuación, el mayordomo portaba el Vítor que precede al santo, llevado por seis cofrades. Detrás de él, el prelado de la diócesis de Palencia portaba la reliquia que minutos antes había sido venerada. La Banda de Música de Frómista cerraba la comitiva con las melodías folclóricas que caracterizan estas tradiciones. La dulzaina y el tamboril, acompasadas por el sonido de las castañuelas, marcaron el ritmo de una procesión que denota el relevo generacional en la villa del milagro. 
A pesar de que la procesión suele realizarse antes de la eucaristía, la fuerte lluvia que había azotado el municipio horas antes quiso alterar el orden de los acontecimientos. Aunque más acelerada que de costumbre, la procesión pudo finalmente dar una vuelta a la manzana para el disfrute de los fromisteños, que vivirán este fin de semana las fiestas de San Telmillo. 

Su sello de identidad es la procesión cívica de El Ole, que tuvo lugar en la madrugada de este domingo.Con las cachabas en alto y sin apartar la mirada del Vítor portado por el mayordomo mayor de la cofradía, Jacinto Montes, los gritos de  «¡Viva San Telmo!», «¡Esto no es Ole!» y «¡El Ole no se quita porque lo ha puesto la Tía Majita!» invadieron las calles del pueblo. 

Como es habitual, no faltó el tradicional sermón satírico con el se ironizó sobre algunas de las cuestiones y sucesos más relevantes en el municipio fromisteño. Este año,  el AVE se llevó gran parte de las sátiras del discurso.