Premio para su 'comparador' de medidas

César Ceinos
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El grupo de estudiantes del grado superior de Dietética ganan la fase local del congreso Fecora y representarán al centro palentino López Vicuña en el nacional de Santander

Premio para su 'comparador' de medidas - Foto: DP

Nadie duda de que la unificación de pesas y medidas al sistema métrico decimal en el siglo XIX facilitó muchos aspectos de la vida, pero todavía existen ámbitos donde se usan unidades que no están estandarizadas. Uno de ellos es el mundo de la cocina, donde es bastante habitual salirse de la uniformidad que ofrecen los gramos y los litros. Hasta el cocinero más reputado echa un chorrito de aceite en la sartén para hacer un filete, utiliza una pizca de sal para dar sabor a un guiso algo insípido y, si quiere empezar el día con el estómago lleno, desayuna un tazón de leche con galletas o tostadas. Estos cálculos, de andar por casa, están bien, pero a la hora de ir al dietista pueden ser un problema, porque el profesional no conoce el tamaño de todos los recipientes del mundo ni puede calcular correctamente la cantidad exacta de los ingredientes al hacer referencia a un chorrito o una pizca.

Partiendo de esta premisa, un grupo de estudiantes matriculados en el ciclo de grado superior en Dietética en el centro de Formación Profesional López Vicuña de Palencia ha elaborado un comparador de medidas con el objetivo de facilitar la labor tanto al especialista como al paciente, que, en la inmensa mayoría, no ha usado una báscula para pesar la comida que va a ingerir y que en el proceso de elaboración habla de una cucharada de azúcar, un plato de lentejas o un puñado de cacahuetes. Gracias a este proyecto, han establecido distintas equivalencias (una taza en mililitros, una cucharada o un plato en gramos, por poner algunos ejemplos) que plasmaron en un documento para que pasar de una medida oficiosa a otra oficial sea mucho más sencillo.

Sus compañeros del centro pudieron conocer esta idea en la fase local del congreso Fecora (acrónimo de fe, corazón y razón) que se celebró hace unos días en la biblioteca pública de Palencia. Era uno de los siete trabajos que concurrían al certamen y el que se llevó el primer premio de la competición, que consistió en la clasificación para el concurso nacional, que tendrá lugar en Santander el próximo 12 de mayo. Esta cita reunirá a los ganadores de los diferentes centros de las Religiosas de María Inmaculada (RMI), congregación a la que pertenece el López Vicuña, ubicados en territorio español.

El jurado valoró la proyección  del trabajo en la actualidad , así como su adecuación al lema del congreso, Misión en Marcha. Respecto a la presentación, que no podía extenderse más allá de los diez minutos, puntuó la exposición ante el público, la claridad de las ideas, la capacidad de síntesis, la coordinación de todos los miembros del grupo y los recursos utilizados en la explicación. Además, se distinguió la aplicación de la fe en el trabajo, su dimensión afectiva y la fundamentación de la investigación.

El proyecto, que lleva como título Una cuchara de fe, una taza de corazón y un plato de razón, arrancó con la compra de los productos y prosiguió con el cálculo de las equivalencias y la elaboración del documento donde se plasmaron los resultados. Para hacer más amena la presentación, los alumnos prepararon una pequeña función en la que fueron desgranando los puntos de su exposición, que se completó con la proyección de varios vídeos en los que aparecían los alumnos durante el desarrollo del proyecto. «Desde hace meses llevamos haciendo las medidas de los alimentos cotidianos para poder trabajar con ellas en clase», explicaron, tras conocer el veredicto del jurado, los estudiantes del ciclo que llevaron a cabo esta tarea bajo la coordinación de las docentes Cristina García, Alicia Camina y Raquel Fernández.

LUGARES DE HONOR. En segunda posición quedó el proyecto Misión en marcha con las personas sordociegas, que fue presentado por un grupo de estudiantes del grado superior en Mediación Comunicativa. Con esta iniciativa, en la que entrevistaron a dos personas con esa discapacidad, buscaron visibilizar a las personas sordociegas y denunciar la situación en la que se encuentran. La medalla de bronce fue a parar al grado superior de Higiene Bucodental por su propuesta Saca la lengua al cáncer, que simuló un concurso televisivo con dos alumnas y una presentadora y aprovechó la situación para grabar dos anuncios. El cuarto puesto recayó en las estudiantes del grado superior en Integración Social, que con el proyecto Digitálitis estudiaron el uso del móvil para buscar empleo en colectivos vulnerables y presentaron sus conclusiones.

Al escenario de la biblioteca pública subió un grupo de cada ciclo que se imparte en el López Vicuña, por lo que hubo antes una criba, según explicaron desde la organización. Los tres proyectos restantes fueron Sursum  corda, protagonizado por alumnas de grado medio en Cuidados Auxiliares de Enfermería y centrado en las personas laringectomizadas; El arte que envuelve el corazón, del grado medio en Atención a las Personas en Situación de Dependencia y En ruta por las enfermedades raras, del grado superior en Documentación y Administración Sanitarias.

Por su parte, la directora pedagógica, Silvia Curiel, explicó que las presentaciones fueron «diversas, humanas y profesionales» y destacó  «el trabajo y esfuerzo realizado por cada grupo y cada equipo docente que está asesorando». «Han sido trabajos exquisitos y con mucho contenido», manifestó antes de hacer hincapié  en «el trabajo que hay detrás» del grupo de Dietética que se ha alzado con la victoria en la fase palentina y en su utilidad. «Son medidas que usamos realmente. Yo me tomo un vaso de café, pero ¿cómo es ese vaso?», declaró.

El congreso Fecora surgió en el curso 2006/07 en el centro María Inmaculada de Sevilla con el objetivo de dar la oportunidad al alumnado de ciclos formativos de realizar trabajos de investigación relacionados con un tema de su familia profesional y con el lema de Pastoral que cada año propone la congregación. Además, pretende fomentar el trabajo en equipo, el desarrollo de capacidades personales de manera integral y, sobre todo, potenciar valores éticos y morales según el ideario de los centros educativos RMI, según la información publicada en las bases del encuentro.

En el caso de Palencia, la cita de esta semana fue la cuarta que pudo completarse, ya que la de 2020 no pudo llevarse finalmente a cabo por culpa del coronavirus. Así lo comentó Curiel en una gala presentada por las profesoras Cristina Nombela y Adela Cano y en la que también intervino la directora titular del centro, Loli Ordóñez.