Jardines y medio ambiente protagonizan las propuestas expositivas de la Fundación Díaz-Caneja. Así, entre las citas programadas, hasta el 21 de mayo pueden visitarse las muestras de Miguel Sbastida (Cartografías geo-botánicas) y María Primo (El libro de Arena).
Cartografías geo-botánicas presenta dos proyectos interconectados: Cartografías de una expedición (2016) y Nombres de mis ancestros coloniales (2021-22), a través de los que se plantean nexos de unión entre la botánica y la cartografía como mecanismos físicos y simbólicos de clasificación, estructuración y dominación del conocimiento y del medio natural. La exposición se completa con la instalación Heridas que nuestras ciudades dejan en la Tierra (2016) formada por un conjunto de réplicas de huecos y fisuras de carreteras procedentes de las ciudades de Chicago y Madrid, Por último, se muestra el video Caminar territorios inciertos (2021) que documenta una performance en la que el artista camina descalzo junto al borde de una serie de abruptas depresiones en el paisaje, formadas por el hundimiento del lecho rocoso calcáreo del subsuelo.
El Libro de Arena de María Primo cuenta la historia de la gran duna móvil de Valdevaqueros, situada en Punta Paloma (Tarifa, Cádiz) como metáfora del absurdo empeño humano en querer dominar la naturaleza, manteniéndose separado de ella. En 1939, nada más terminar la guerra civil española y al borde de la segunda guerra mundial, el régimen de Franco ordenó allí la construcción urgente de un potente sistema defensivo en el Estrecho de Gibraltar de 324 búnkeres y baterías costeras a lo largo de 90 km decosta.
Asimismo, la Fundación Díaz-Caneja trae la obra de Lara Almarcegui, artista de reconocido prestigio que representó a España en la Bienal de Venecia. El vídeo muestra uno de los mayores proyectos públicos de regeneración urbana realizados por el gobierno de Thatcher. Podrá visitarse en el auditorio de la Fundación.
También pueden verse las ilustraciones de José Celestino Mutis, quien fue director de la Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada y entre 1783 y 1816 recorrió los territorios colombianos con el propósito de documentar todas las plantas de la región. Los dibujos de la flora fueron realizados por más de 20 artistas criollos que además de su carácter como ilustración científica destacan por sus colores vivos y su valor artístico.
Los visitantes podrán experimentar los paisajes sonoros de Luc Ferrari y su Presque rien Nº 1. Fue creada a partir de grabaciones realizadas durante el transcurso de un día entero. El músico colocó micrófonos en las ventanas de su casa y grabó los sonidos de la vida del pueblo pesquero en el que vivía.
Finalmente, la propuesta de la Díaz-Caneja programada hasta el 21 de mayo se completa con un vídeo del artista Vasco Araújo, El jardín, donde se muestra el contraste entre la atmósfera pastoral del jardín y la extrañeza de las esculturas de pueblos africanos ejecutadas por artistas europeos. Estas figuras mudas son transformadas por la banda sonora en personajes que cuentan una historia, en la que fragmentos de diálogos tomados de La Ilíada y La Odisea de Homero se convierten en un comentario subversivo sobre las relaciones entre ciudadanos y extranjeros.