Precursor de la anatomía

ICAL & DP
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El Museo de la Evolución Humana de Burgos inauguró ayer la exposición 'El médico, el obispo y el pintor' sobre el médico Juan Valverde (Amusco, 1525 - Roma,1587). La muestra podría trasladarse a la provincia próximamente

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte asistió a la inauguración de la muestra ‘El médico, el obispo y el pintor’ en el Museo de la Evolución Humana de Burgos. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

El Museo de la Evolución Humana presentó ayer la exposición El médico, el obispo y el pintor, que gira en torno a las figuras del siglo XVI de Juan Valverde de Amusco, Juan Álvarez de Toledo y Gaspar Becerra, y en concreto al libro Historia de la composición del cuerpo humano, en cuya historia y elaboración confluyen los tres personajes. Si bien «no hay nada fijado todavía, es bastante probable que la muestra se traslade próximamente a Amusco», aseguró a Diario Palentino el alcalde del pueblo, Javier Rodríguez.

La presentación corrió a cargo del consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y del director científico del museo y comisario de la exposición, Juan Luis Arsuaga. La muestra, que se puede visitar en la sala de pieza única de la planta primera del museo, habla también de la historia del descubrimiento del cuerpo humano en el siglo XVI y de su representación artística. Lo hace aproximándose a estas tres personalidades mencionadas: el ilustre médico palentino Juan Valverde de Amusco, quien publicó en 1556 su gran obra Historia de la composición del cuerpo humano; Gaspar Becerra, artista jienense conocido como el Miguel Ángel español, autor de las 42 láminas calcográficas que lo ilustraban; y Juan Álvarez de Toledo, obispo de Burgos y cardenal presbítero de San Pancracio Extramuros, quien puso en contacto al médico y al artista durante su estancia en Italia y a quien Valverde dedica su obra magna.

El libro del amusqueño se convirtió en uno de los textos de anatomía humana más leídos y publicados del Renacimiento. En esta exposición, que permanecerá en el museo hasta finales de año, se expone una primera edición de la obra gracias a la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid.

El consejero de Cultura, Turismo y Deporte asistió a la inauguración de la muestra ‘El médico, el obispo y el pintor’ en el Museo de la Evolución Humana de Burgos.El consejero de Cultura, Turismo y Deporte asistió a la inauguración de la muestra ‘El médico, el obispo y el pintor’ en el Museo de la Evolución Humana de Burgos. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

Para escribir esta obra, se apoyó en la obra de anatomía precedente de Andrea Vesalio De la estructura del cuerpo humano en siete libros, que también se puede contemplar en la exposición. Sin embargo, el autor palentino aportó varias novedades frente a la misma: la estructuración de los conocimientos en un libro manejable, el texto en romance y la mejora técnica que supuso el grabado en cobre. Esto hizo que la obra de Valverde de Amusco se extendiese por toda Europa, convirtiéndose su autor en uno de los padres de la anatomía científica. Fue el primer manual moderno de anatomía escrito en castellano preciso y sencillo que facilitó el conocimiento profesional a médicos, cirujanos y artistas, contribuyendo a la utilización del método científico en la anatomía y al desarrollo del español como idioma científico.

Una muestra dedicada a lo que se puede considerar uno de los grandes Atlas de anatomía humana escrito por Juan Valverde e ilustrado por Gaspar Becerra y que hasta ahora no había recibido el reconocimiento merecido en una exposición. Historia de la composición del cuerpo humano fue publicado en Roma en 1556 y se convirtió en un best seller obligatorio para todos los galenos durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII. La exposición recoge ese nacimiento de la medicina moderna en el siglo XVI.

Esta muestra aúna arte y ciencia, dos formas de conocimiento aparentemente alejadas, pero que han ido de la mano desde hace siglos, con su máxima expresión en el Renacimiento, cuando los artistas eran científicos y los científicos artistas. El Museo de la Evolución Humana quiere recuperar este diálogo a través de la colaboración con diversas instituciones.