Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


¡Estoy flipando!

27/05/2023

Ayer, al pasar ante la fila de grandes carteles con las correspondientes fotografías de los aspirantes a gobernarnos locales, una señora, también con su carrito de la compra, y que se la veía muy absorta, me dio un codazo y, entre sorprendida y divertida, me dijo: -¡Estoy flipando!  Aquello no me lo quise perder. Esa expresión, que está muy de moda, la oigo muy a menudo: En Supervivientes... en Sorprendidos... y lo mismo a favor que en contra. Nos estamos olvidando de que vivimos en la región española en la que  mejor se habla, sí, Castilla, y dentro de Castilla, Palencia, somos un alarde  digno de ponerse como ejemplo, pero nos empeñamos en introducir ridiculeces como el  ¡Yo flipo!... alucino... me mola... guay... con lo cual tiramos piedras a nuestro propio tejado. Pero, bueno, me he desviado de la cuestión , la señora que flipaba, me aclaró que para ella era una sorpresa el conocer a determinados aspirantes a decretar, organizar, y marcar la pauta de nuestras vidas. Me interesó el tema, charlamos un buen rato, saqué mis propias conclusiones, y ya voy derechita a lo mío:  Opino que, tanto si eres de derechas, como de izquierdas, o del intermedio, algo muy importante tiene que ser, que dentro del partido que te guste, coincida que también te guste su representante. Sí, porque me está ocurriendo que en esta ocasión no van acordes: Algunos me caen bien personalmente, pero no me gustaría seguir su pauta, y por el contrario me encantaría acatar normas  de últimos y recientes descubrimientos. ¡Cuántas veces, al referirnos a alguien decimos: -Sí, pero si le tratas, te gusta aunque de momento te caiga mal ! También. habrá que ser un poco condescendiente, porque es imposible que nos llegue, como llovido del Cielo, lo noble, bueno, inteligente y maravilloso moral y materialmente. Yo estoy pensando en tirar una moneda al aire. Si alguna de las personas que encabezan listas, hasta hoy han sido segundonas, las resultará muy difícil ser cabeceras porque es dificilillo progresar sin esfuerzo. Muchos aspirantes  no sabían ni siquiera lo que era una urna. Influye mucho el gancho que ejerce el trato, porque si solo los conoces de vista, tampoco te quitarán el sueño. La señora contemplativa a la que conocí con su carrito, y que estaba flipando, al despedirnos me dijo muy cachonda : -Yo, por si acaso voy a votar al más guapo, porque para feos, ya está mi marido. Pues a ver, a ver qué nos depara la nueva legislatura palentina y provinciana.