La integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5M

Carlos H. Sanz
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Los dos planes de ribera, ejecutados entre 2002 y 2007, supusieron una inversión de 8 millones de euros. Ahora, el Ayuntamiento planea destinar otros 3,5 millones

La integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5M

La integración del río y sus riberas en la ciudad ha sido el principal reto -con permiso del soterramiento- al que se ha enfrentado Palencia en lo que va de siglo. En responder a la pregunta de cómo incorporar los 11 kilómetros en los que el Carrión discurre por el municipio se llevan gastados más de 8 millones de euros y se está a las puertas de gastar otros 3,5 más. En total 11,5 millones de euros, en gran parte procedentes de Europa, para intentar atajar un problema histórico pero común a muchas otras ciudades como es el de vivir ignorando el cauce fluvial.

A quien le ha tocado capitanear ahora una nueva apuesta por integrar el río y sus riberas en la ciudad es al concejal de Urbanismo, Luis Fernández, que explica que los intentos por dejar de vivir de espaldas al Carrión no son nuevos.

«Esa relación se ha ido transformando, inicialmente por necesidades industriales, posteriormente urbanísticas y, en los últimos años, adaptándola a tendencias de ocio y disfrute de la naturaleza», señala.

La integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MLa integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MDe esta manera, la primera gran transformación surge de las necesidades de industrias como las harineras Once Paradas y La Julia o la fábrica Mantas David. «Mediante azudes, provocaron la segregación del río generando dos cuérragos o cauces. El espacio entre los dos es lo que hoy denominamos El Sotillo e Isla Dos Aguas», detalla el edil.

Las necesidades urbanísticas comienzan a cambiar el cauce con el desarrollo de viarios paralelos. «Durante años, el desarrollo de la ciudad fue planteado de espaldas al Carrión, pero poco a poco se fue integrando el río con la urbanización de la avenida de Castilla, el paseo de la Julia o la avenida de Santiago Amón», concreta Luis Fernández.

«A lo largo del tiempo, la ribera del río fue objeto de transformación en su margen izquierda también, entre la calle Batán de San Sebastián y el paseo de la Julia, mediante un gran relleno y explanación. Allí se generó un espacio ganado al río que sirvió de ferial durante años para luego transformarse en la avenida y el parque de Marcelino Champagnat», señala.

La integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MLa integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MActuaciones, recuerda el concejal de Urbanismo, que fueron acompañadas de intervenciones de la Confederación Hidrográfica del Duero, «como dragados y talas selectivas destinadas a mantener la capacidad de desagüe del cauce y a mitigar el riesgo de inundaciones en las crecidas ordinarias».

El uso recreativo. No es hasta el cambio de siglo, cuando la ciudad inicia un proceso de integración del río mediante intervenciones en las márgenes y cauces, así como en El Sotillo, Huertas del Obispo e Isla Dos Aguas. «En estos terrenos, anteriormente destinados a la agricultura y ganadería, se generan parques e instalaciones deportivas que se han ido completando con pasarelas, carriles-bici, itinerarios peatonales, etc.», comenta Fernández.

los planes de ribera. En 2002, el Ayuntamiento y la Sociedad Estatal Aguas del Duero, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, presentan la primera fase del Plan de Riberas, con una inversión nunca vista en la ciudad hasta entonces: cuatro millones de euros.

La integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MLa integración del río en la ciudad sumará un gasto de 11,5MLas actuaciones que se llevaron a cabo se centraron, sobre todo, en el punto de vista hidráulico, con el aumento del cauce en algunos lugares, la eliminación y limpieza de obstáculos con el objetivo de crear espacios de ocio en el entorno fluvial y su mejora estética, mientras que desde el punto de vista ambiental se plantaron especies autóctonas y se recuperaron espacios degradados con escolleras y taludes.

La primera fase fue inaugurada en febrero de 2004, y gracias a ella se instaló la pasarela que da acceso desde la avenida de Santiago Amón, en el barrio del Carmen, a la zona deportiva y el campo de golf Isla Dos Aguas, además de la creación de varios carriles-bici y para peatones.

Ese año, el Ayuntamiento y Aguas del Duero se percataron de que se necesitaba una segunda fase para terminar de integrar los 11 kilómetros de riberas urbanas en la ciudad. Apenas seis meses después, las dos administraciones se sentaron a la mesa para firmar el acuerdo de una segunda fase del Plan de Riberas, con una inversión total de 4.087.000 euros, el 70% financiado con fondos europeos.

El proyecto se centró en el tramo medio del río, entre las islas del azud de las Once Paradas y unos 1.700 metros aguas abajo del puente de Nicolás Castellanos. Se acometieron siete actuaciones, como la creación del paseo peatonal y el carril-bici desde el puente de los Canónigos hasta las islas del entorno del azud de las Once Paradas, la restauración de Puentecillas y la creación del paseo peatonal en la margen derecha desde el puente de Hierro hasta la pasarela del Carmen.

No obstante, la actuación que más titulares -y polémica- generó fue la construcción de un área recreativa que se diseñó como la ampliación del campo de golf y terminó siendo el parque Ribera Sur.

«Algunas de las actuaciones realizadas obedecieron a necesidades y criterios del momento y llevaron consigo talas masivas, invasión de espacios de ribera, semiencauzamientos, urbanizaciones, etc., que configuraron una nueva distribución geográfica local y transformaron de forma radical las condiciones físicas de las riberas, sus usos y aprovechamientos», recuerda Luis Fernández.

Para el concejal de Urbanismo, la transformación de la ribera del río, con actuaciones «más o menos acertadas desde el punto de vista ecológico», trajeron la incorporación de especies arbóreas no autóctonas. «En algunos casos, fueron especies bien seleccionadas y se ubicaron en parques acotados y con apropiadas labores de mantenimiento. Pero otras no y se situaron en los márgenes del río y en lugares donde la pérdida de la presión antrópica ha favorecido su desarrollo incontrolado y se han convertido en especies invasoras que impiden la conservación de los valores autóctonos de las riberas del río».

PALENCIA RíO. En enero del año pasado, Diario Palentino desveló a sus lectores el proyecto Palencia Río, la hoja de ruta diseñada por el equipo de Gobierno del Partido Popular y Ciudadanos para reintegrar la ribera del Carrión en la ciudad.

El plan engloba tres aspectos: la recuperación del ecosistema fluvial de la ribera centrado en la margen izquierda; la potenciación de su uso e integración social; y el establecimiento de un plan de mantenimiento para evitar la degradación ambiental, conjugando el uso de la ribera como espacio natural adecuado para el disfrute de los palentinos.

En este año y medio, la Concejalía de Urbanismo ha estructurado esta hoja de ruta en varios proyectos para ajustarla «a la disponibilidad económica municipal y a la de los terrenos». De esta forma, se plantean dos intervenciones, una en la zona norte, entre el parque de las Huertas del Obispo y la senda verde del ferrocarril del Secundario o tren burra, que a su vez se divide en dos fases; y una segunda intervención más urbana, en la zona centro, entre las Huertas del Obispo y el parque Marcelino Champagnat, que también se divide en dos fases.

En la zona norte, la primera fase del proyecto se denomina Recuperación medioambiental e integración social del río a su paso por la ciudad, y fue aprobada por el Ayuntamiento el verano pasado. 

Consiste en prolongar el actual pasillo verde existente a lo largo de la ciudad, con una senda peatonal y ciclista que conecta el parque de las Huertas del Obispo con el Camino de San Román y el Segundo Sotillo mediante una pasarela sobre el río.

El proyecto exige expropiar terrenos de propietarios que no suscribieron el convenio de compensación y que están valorados en 9.688 euros. El coste estimado del proyecto asciende a 694.580 euros, que están cofinanciados con fondos Edusi. 

La segunda fase se denomina Carril-bici de conexión del Camino de San Román con la vía verde del Ferrocarril del Secundario» y fue aprobada por el Ayuntamiento el pasado mes de abril. Su coste estimado es de 603.512 euros y se cofinancia con fondos Next Generation.

En la zona centro, la primera fase del proyecto se denomina Circuito biosaludable, y abarca desde el puente Mayor hasta el parque de Marcelino Champagnat. Fue aprobado por el Ayuntamiento en el año 2020, pero ha requerido una modificación para ajustarlo a la actuación prevista por la Diputación. 

En concreto, la intención es crear un camino o senda peatonal al borde del río, en parte ampliando el camino actual para separar el uso peatonal del ciclista, y la creación de áreas estanciales, miradores sobre el cauce y rampas accesibles desde la avenida de Castilla. La inversión prevista es de 1.177.965 euros y se cofinancia con fondos Edusi. 

El proyecto de la segunda fase se denomina Itinerario peatonal accesible en la ribera urbana del río Carrión entre Puentecillas y el puente Mayor, y también fue aprobado por el Consistorio el pasado mes de abril, con un coste estimado de 865.986 euros, cofinanciado con fondos Next Generation.

«En ambos proyectos, se plantea la mejora de los circuitos peatonales y carriles-bici implantados en la ribera en 2004, desdoblando en unos casos el circuito común y modificando el tratamiento de los circuitos peatonales para dotarlos de un carácter biosaludable, además de cumplir con la normativa de accesibilidad», detalla el concejal de Urbanismo.

«El nuevo itinerario peatonal trazado en el borde fluvial supone la creación de un entorno que fomentará la integración física, natural y social, en un ámbito de transición entre la trama urbana y el propio de la ribera natural del río», añade.

Además, «se pretende recuperar y preservar para el uso colectivo un área inmediata al agua, a la que antaño se accedía de forma cotidiana para diversos usos y que, de forma natural, la naturaleza arbustiva ha invadido impidiendo en parte su disfrute visual y su cercanía», añade.

El trazado de este paseo de madera se realiza de forma sinuosa, bordeando en unos casos e integrando en otros los árboles existentes, describe el concejal. «La actuación se hace a sabiendas de que se trata de zonas inundables, susceptibles de sufrir desperfectos en caso de avenidas extraordinarias, si bien en esta ocasión, al igual que se hizo en la margen derecha en 2004, se consolida el borde del río mediante una escollera y se eleva para preservar las infraestructuras creadas de las avenidas ordinarias», termina por concretar Luis Fernández.

Paralelamente a estas dos intervenciones, repartidas en un total de cuatro proyectos, es preciso reseñar un quinto, el de Regeneración de la vegetación ribereña en el río Carrión, el cual está promovido por la Diputación con una aportación municipal de 203.685 euros. Este es el que ha comenzado esta misma semana con varias labores de poda por parte de la empresa adjudicataria, Tragsa.

En definitiva, el Ayuntamiento pretende invertir en la integración del río en la ciudad más de 3.500.000 euros en los próximos dos años, lo que sumado a los 8 invertidos ya este siglo suman 11,5 millones de euros. La pregunta es ¿sigue la ciudad de espaldas al río?