Han transcurrido poco más de dos meses desde que el 26 de enero un incendio calcinase de madrugada la fábrica y las oficinas de Cascajares y, cual Ave Fénix, la empresa agroalimentaria, con sede en Dueñas, ha resurgido de sus cenizas e iniciado hace unos días los trabajos de derribo y desescombro de la zona siniestrada, que están ya a punto de concluir. En esta superficie, donde aún se conservan unas vigas de lo que iba a ser su ampliación cuando llegó el fuego, se instalará una nave de embalaje apartada y segura por el material combustible que albergará. 

En una parcela anexa se situará la nueva planta, donde ya se vislumbran catas en el terreno y los puntos de instalación de los pilares que sustentarán una instalación fabril donde se prevé producir a primeros de octubre para atender con garantías la campaña de Navidad.

Los motores -dado que en uno de los instalados en la antigua fábrica un cortocircuito causó el desgraciado incendio y su rápida propagación a toda la fábrica- se situarán fuera de la planta industrial en una zona bastante apartada, junto al túnel de frío. El seguro, tras la peritación de los daños, está iniciando las primeras aportaciones económicas que se destinarán a la edificación de la nueva planta productiva y la adquisición de los materiales de obra, la maquinaria y los sucesivos equipamientos precisos, que irán llegando poco a poco. En dos o tres semanas se conocerá la inversión económica necesaria para poner en marcha las flamantes instalaciones industriales.

Cascajares prevé producir en su nueva fábrica en octubre - Foto: Óscar NavarroCascajares no ha parado ni un minuto para retomar la normalidad  y la mayor parte de la plantilla del obrador -44 personas sobre un total de 65- está ya fuera del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), medida de flexibilidad laboral adoptada por causas de fuerza mayor tras el incendio.

Diez días después del siniestro, el operador logístico que trabaja con Cascajares cedió una nave para instalar las oficinas comerciales en Villanubla (Valladolid).

Tras el incendio se pudo salvar material informático imprescindible con datos de clientes y facturación y la dirección de la fábrica eldanense alquiló un obrador en la localidad vallisoletana de La Cistérniga, de 400 metros,  donde arrancó a mediados de febrero la producción que no requería de una excesiva mecanización. Ahora ya solo se espera la conclusión de «una fábrica mucho más moderna y segura para seguir creciendo» señaló ayer la compañía a este  rotativo.

Cascajares prevé producir en su nueva fábrica en octubre - Foto: Óscar Navarrotrabajo a destajo.  «A primeros  de octubre, queremos estar operativos en la nueva planta, aunque las oficinas no estén aún terminadas, y los trabajos van a buen ritmo. En La Cistérniga ya alcanzamos un tercio de lo que se producía antes y se vende todo. Con ello llegamos a los clientes de hostelería para la presente campaña bodas, bautizos y comuniones», concluyó.

"Directivos y trabajadores no hemos tenido tiempo de sentir angustia tras el incendio"

«Los directivos y trabajadores, todos implicados al máximo desde que las llamas destruyeron totalmente la fábrica, apenas tuvimos tiempo de seguir angustia y nos hemos implicado al máximo para poder recobrar la normalidad cuanto antes», indicó a DP el responsable de Comunicación de Cascajares, Simón de Francisco.

Señaló que  «afortunadamente no se precisó de mucha ayuda», pese a los múltiples ofrecimientos de toda España, pero agradeció especialmente la de Frigoríficos Fernández Centeno, que traslada el producto de Cascajares por toda España y cedió la nave para las oficinas provisionales en Villanubla.

«El obrador alquilado de La Cistérniga estaba medio montado y lo hemos puesto patas arriba con la instalación de maquinaria que iba a llegar para la ampliación en la antigua fábrica  Dueñas. Tenemos colocada una envasadora, una autoclave y un túnel de frío, conformando una mini fábrica en tiempo récor con turnos de mañana, tarde y noche», concretó Simón de Francisco.

Cascajares prevé producir en su nueva fábrica en octubre - Foto: Óscar NavarroLa compañía también calificó de «importantísimo» que la Diputación, tras aprobarse en un pleno, aplicase un remanente de tesorería por valor de 285.000 euros para que la industria pudiera seguir realizando su actividad provisionalmente en La Cistérniga. Para ello, financió una línea de transporte que traslada a los trabajadores a diario desde Palencia, Dueñas y Venta de Baños  hasta el municipio vallisoletano, hasta que se regrese nuevamente a la localidad eldanense.

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