Once acusados reconocieron en la Audiencia Nacional que introdujeron en el mercado carne de caballo no apta para el consumo -algunas piezas incluso con restos de melanoma-, que se llegaron a exportar a países como Bélgica o Italia, unos hechos por los que aceptaron condenas de entre 10 meses y 2 años y 5 meses de cárcel.
Siete años después del inicio de la investigación que destapó esta operativa de venta de carne de caballo en mal estado -operación Gacel llevada a cabo por la Guardia Civil- se sentaron en el banquillo ocho acusados, que admitieron unánimemente los hechos por los que les acusaba el fiscal tras llegar a un acuerdo de conformidad con el que vieron sustancialmente rebajadas sus peticiones de condenas, según informó Efe.
Ahora, el tribunal dictará una sentencia de conformidad al acuerdo alcanzado, en el que la Fiscalía retiró la acusación de grupo criminal y ha contemplado la atenuante de dilaciones indebidas, dado que el procedimiento «sufrió paralizaciones en su tramitación superiores a las extraordinarias», transcurriendo más de seis años entre el inicio del procedimiento y el juicio.
Así, de las penas de entre cuatro y nueve años y medio de prisión que solicitaba en un principio, el fiscal rebajó sus peticiones a condenas que oscilan entre los 10 meses y los 2 años y 5 meses de prisión por delito contra la salud pública y falsedad documental. Un antiguo veterinario oficial de Castilla y León y dos «entradores» de ganado en los mataderos son los queaceptaron las peticiones de condenas más altas (entre 2 años y 2 años y cinco meses). Esas se unirán a las de inhabilitación para ejercer cargo público de veterinario durante dos años y 11 meses, en el primer caso, y también a las de inhabilitación para trabajar en la venta de ganado equino, que el fiscal solicita para todos los acusados, que serán también condenados a penas de multa que oscilan entre los 1.500 y los 4.500 euros.
EN PALENCIA. Cabe recordar que, como ya publicó Diario Palentino en abril de 2017, el Juzgado número 4 de Ponferrada decretó inicialmente el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de ocho, entre ellos dos palentinos, de los 13 detenidos que pasaron a disposición judicial en aquel momento en el marco de esta operación denominada Gacel, por la que también hubo registros en Palencia y en la localidad de Villarramiel.
Los hechos ocurrieron entre 2016 y 2017 en dos mataderos de las localidades leonesas de Astorga y Toreno, desde las que los acusados contribuyeron a la introducción en el mercado de carne de caballo no apta para consumo humano, evitando su trazabilidad y control sanitario.
Una carne que procedía de caballos de los que no se disponía documentación o que la que tenían evidenciaba que no era apta para el consumo humano, es decir, que tenían lo que se denomina en el sector «pasaporte rojo». Este certificado se «blanqueaba» con el de otros animales, algunos incluso muertos. Otros ejemplares directamente se sacrificaban y «entraban en la cadena alimentaria humana» sin ser válidos para ello, según la Fiscalía.
Destaca asimismo que en las muestras investigadas se hallaron sustancias que causan efectos nocivos para la salud, como «daños genéticos» o «favorecer probablemente la aparición de distintas formas de cáncer», y en algunos casos llegaron a dar positivo en listeria.