La Junta se ha fijado como plazo la próxima legislatura para que todos los municipios de Castilla y León depuren sus aguas residuales. En la actualidad, según explicó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se está finalizando la construcción de depuradoras en las localidades de más de 2.000 habitantes y ya ha comenzado una nueva fase en la que se trabaja en unos 200 municipios de entre 500 y 2.000 habitantes, en la que la Junta invertirá 125 millones.

Además, Suárez-Quiñones indicó que después arrancará una tercera fase que afectará a un millar de municipios menores de mil habitantes, en los que la inversión prevista también rondará los 125 millones. «Entendemos que en la próxima legislatura podremos tener finalizado este programa de depuración de aguas residuales, lo que nos situaría a la cabeza de las regiones europeas que han logrado este objetivo, que se une a otro reto que Castilla y León ya ha logrado como es la eliminación de los vertederos y escombreras», afirmó.

En este sentido, insistió que se trata de compromisos de un gobierno preocupado por estar a la cabeza de la gestión medioambiental de las políticas públicas.

El consejero de Medio Ambiente realizó estas declaraciones durante su visita a las obras de la estación depuradora que se está construyendo en la localidad vallisoletana de Traspinedo, donde la Junta invierte 2,2 millones. Hasta la puesta en marcha de estas obras, los vertidos acababan en el Arroyo de la Vega, muy cerca de río Duero, situación que el propio Suárez-Quiñones reconoció que incumplía la normativa europea en materia de vertidos.

Redes de abastecimiento.

Por otra parte, Suárez-Quiñones también hizo referencia al trabajo de la Junta en la mejora de los sistemas de abastecimiento de agua potable y recordó que el pasado 19 de agosto se licitó un proyecto para el análisis, el estudio del rendimiento y la digitalización en las mancomunidades de Vega de Duero y Campos Góticos, que supone una inversión de 22 millones que beneficiará a 44 poblaciones y a 28.000 habitantes.

Este proyecto, según explicó, busca examinar y hacer un inventario de las instalaciones de abastecimiento, para conocer su rendimiento y pérdidas, con el fin de mejorarlas e incorporar la digitalización para un mejor consumo doméstico e industrial. «Se trata de un modelo para exportar a toda Castilla y León, con una inversión de cien millones, y que mejorará el rendimiento y la eficiencia energética», recalcó.