«Van a ser los primeros en disfrutar la obra fuera de Madrid»

Pablo Torres
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Fernando Soto dirige la obra 'Carmen nada de nadie', que se representa hoy, a las 20,30 horas, en el Teatro Principal. Este director ya estuvo en la capital el pasado septiembre con 'La comedia de los errores', función en la que participó como actor

Fernando Soto - Foto: Natalia Echevarría

Ambientada en la época de la Transición, la obra Carmen nada de nadie se inspira en la vida de Carmen Díez de Rivera, la primera mujer en dirigir un gabinete del Gobierno. Sobre su histórica hazaña, Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García han sido los encargados de crear este texto llevado a escena con la dirección de Fernando Soto, quien ya visitó el Teatro Principal el pasado septiembre como actor en la Comedia de los errores

¿Qué mensaje pretende transmitir la obra?
Hay muchos mensajes en ella. Uno principal, que es necesario escuchar, es que debe existir en la sociedad un margen para el diálogo. Carmen Díez de Rivera, en aquellos momentos tan convulsos, era lo que planteaba: utilizar el diálogo para salir de un contexto tan  duro como fue el cambio de 40 años de dictadura por una democracia. 

En una sociedad tan polarizada como la que estamos viviendo, parece que no hay margen para el entendimiento y que lo único que les interesa a los políticos es conservar el estatus. La política es un servicio público: somos los ciudadanos los que pagamos impuestos y dependemos de su gestión.

Qué mejor manera de hacer la denuncia que describe que volviendo a una de las etapas de mayor entendimiento político en la historia española como fue la Transición
No obstante, el periodo de la Transición no fue tan idílico y hubo mucha improvisación. Lo que se tenía claro es que debíamos salir de una dictadura, pues no podíamos heredar una democracia dictatorial. Hubo mucho diálogo porque se sabía de donde veníamos; el problema  es que ahora parece que no lo sabemos. 

Dado que la obra trata sobre un personaje que existió, ¿se ha sido fiel a la realidad?
Siempre que llevas un hecho histórico a la ficción hay ciertas licencias. Nosotros no queríamos hacer un biopic de Carmen Díez. 

Nos hemos documentado mucho, hablando con gente de su entorno y que vivió en esa época, pero manteniendo un espacio para la invención. Al fin y al cabo, no están escritos los diálogos en los despachos. Sabes que ocurrieron ciertos hechos, pero siempre existe un margen para lo ficcionable. 

Lo que me interesa a la hora de acercarme al teatro documental es entender los mecanismos que movían a las personas en diferentes ámbitos. Luego, hay mucha invención de cara a que funcione en la escena, ya que, en la disciplina, tiene que funcionar la acción. Podríamos hablar de una realidad inventada.

¿Supo desde el principio que Mónica López iba a interpretar a Carmen Díez?
Había varias opciones para todos los personajes. En este caso, apareció el nombre de Mónica, que estaba en el abanico, y fue un acierto. 

¿Cuándo comenzó la gira?
Estrenamos la obra en enero y estuvimos más de un mes en el Teatro Español de Madrid. Tuvimos la alegría de agotar las entradas antes del estreno. Hemos empezado ahora la gira en San Sebastián de los Reyes. La segunda localidad es Palencia. 

Es decir, Palencia es la primera representación fuera de Madrid
Sí, los palentinos serán los primeros.

Es un gusto poder hacer una gira. Descentralizar la cultura es primordial. No debe estar solo en Madrid, Barcelona y dos capitales más, tiene que ser algo accesible para todo el territorio. 

Trabaja como actor y director. ¿A qué lado de la cámara disfruta más?
Cuando estoy fuera (en la dirección) me ocurre que consigo cosas que como actor no sería capaz. Es otro terreno. La ventaja que tengo es que sé lo que está ocurriendo sobre el escenario porque lo vivo como actor, y eso me ayuda a entender a los compañeros a la hora de guiarlos.

Por lo que relata, la experiencia actuando le ha sido útil en su rol de director
Llevo muchos años compaginando las dos cosas. El ser actor me ha ayudado, sobre todo, a concebir el espectáculo. Son otras fuentes de las que uno bebe a la hora de entender el trabajo actoral, algo que es muy difícil. Al final, se trabaja con un material muy sensible como son las personas, y no es fácil la exposición que tienen sobre el escenario.

Si bien ha trabajado en más de 30 espectáculos teatrales, donde más presencia ha tenido ha sido en la televisión. ¿Es el medio en el que más cómodo se siente?
Ha sido el devenir de mi carrera. Llevo desde 1989 trabajando en el teatro. Viví la época en la que todavía no había televisiones privadas y me crié en esa disciplina.

Cuando empezó la televisión tuve la insistencia y la fortuna de trabajar. Me parece un medio maravilloso. Hoy en día se está haciendo en España una ficción de muy alto nivel.

Ha trabajado principalmente en producciones de cadenas televisivas. ¿Cree que la irrupción de las plataformas digitales ha eclipsado este tipo de trabajos?
Lo que ha cambiado es la forma de producir y consumir, pero la intención de los que nos dedicamos a esto es continuar haciendo buenos trabajos, aunque no siempre se tiene el presupuesto ni el tiempo que se desea. 

Ahora, hay una nueva forma de ver cine desde casa, pero no debemos perder la ritualidad de ir a las salas. Todo cambio es bienvenido siempre que se maneje con cierta mesura  y sea aprovechable. Las cadenas generalistas siguen haciendo producciones con mucho éxito. Sueños de libertad o La ley del mal fueron grandes estrenos. Es curioso que con tanta producción haya un índice de paro tan alto en la profesión. 

¿Algún trabajo que recuerde especialmente en su trayectoria?
Soy un actor de pico y pala: cada cosa que hago es un triunfo para mí.

Entre los personajes a los que ha dado vida destacan especialmente los papeles de policía e inspector
Que me encasillen, en el buen sentido de la palabra, que eso significará que voy a seguir trabajando.