La Gerencia Regional de Salud quiere aumentar al menos en un diez por ciento la actividad de las primeras consultas externas y hacerlo con recursos propios, tras cerrar un año 2022 con un tímido repunte del 5,4 por ciento. Es más, a ello suma que al menos tres de cada cuatro citas preferentes, el 75 por ciento, sean atendidas en 15 días, un objetivo ambicioso teniendo en cuenta que el año pasado se quedó en un 52 por ciento, según los datos consultados por Ical.

Sacyl busca de este modo agilizar la lista de espera de pacientes que están esperando una primera consulta con el especialista, con datos "inasumibles" en palabras del propio consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, con 211.862 pacientes al cierre de 2022 y una demora media de 95 días, muy lejos de los 3.234 pacientes con que se cerró el año 2019, cuando la espera era de 74 jornadas.

La apuesta de las Consejería pasa por una estrategia integral, "objetivo irrenunciable de legislatura", para evitar recurrir de modo cíclico a planes de choque, como el Plan POLE de la consejera Verónica Casado o el Perycles del consejero Antonio Sáez Aguado. Para ello, quieren que los centros logren rendimientos óptimos en jornada ordinaria, como primer paso, para, si fuera necesario, continuar con el autoconcierto, las llamadas peonadas, como ya ha ocurrido en intervenciones quirúrgicas.

Con el fin de afinar y tomar medidas a medio y corto plazo antes del cierre del año, Sacyl ha pedido a los centros una evaluación trimestral de la actividad, que deberá cerrarse a 31 de marzo; 30 de junio; 30 de septiembre y 31 de diciembre. 

Lejos de cifras precovid

Lo cierto es que en 2022 la actividad de las primeras consultas retomó el vuelo, con 1,18 millones de pacientes que accedieron al especialista, pero aún lejos de cifras precovid. La actividad se cerró con 512,1 consultas por cada 1.000 habitantes, por debajo de las 565,3 de hace cuatro años. En 2019, los hospitales registraron 1,32 millones de primeras consultas, que cayeron a 873.038 en el año de la pandemia y volvieron a crecer hasta 1,12 millones en 2021. En estos dos últimos casos, la la actividad fue de 376,2 consultas por cada 1.000 habitantes y de 485,2, en cada caso.

Por lo que respecta a las consultas preferentes, los números que arrojó 2022 han sido los peores de los últimos tres años. Así, si en 2020 el 60 por cientos de estas consultas se atendieron en menos de 15 días, en 2021 se logró un 56 por ciento, cuatro puntos por encima del 52 por ciento del último año. Por estos motivos, Sacyl quiere pisar el acelerador y se ha marcado el reto del 75 por ciento en su hoja de ruta para este año, el Plan Anual de Gestión, al que ha tenido acceso Ical.

Las demoras acumuladas, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, afectan tanto a tiempos como pacientes. En 2019, la demora media partía de 74 días, que llegó a los 88 en 2020, cayó a los 77 en 2021, y que volvió a crecer hasta los 95 días en diciembre de 2022.

Por lo que respecta a los pacientes, si en 2019 había 3.234, en 2020 llegaron a los 4.951. Desde esa fecha, con la "nueva normalidad" las cifras se dispararon y aún ha sido imposible contenerlas: 203.011 pacientes en 2021 y 211.862 en 2022.