La muerte de Jesús

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Las Procesiones de 'Los Pasos' y el 'Santo Entierro' centran la jornada del Viernes Santo. La 'Función del Descendimiento' en la plaza de la Inmaculada marcará la despedida entre la Virgen María y su hijo

Carlos H. Sanz / palencia

Las Procesiones de Los Pasos y el Santo Entierro ocupan la jornada matutina y verpertina del Viernes de Pasión. La primera parte a las 11 horas de la capilla de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, organizadora de este desfile con seis pasos Nuestro Padre Jesús Nazareno, Jesús Nazareno con el Cirineo, La Verónica, La Erección de la Cruz, Longinos y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura.

Desde la plaza de San Pablo bajará a Mayor Antigua para encaminarse hacia San Miguel y alcanzar la Plaza Mayor. Aquí, la Guardia Civil ofrecerá la tradicional ofrenda floral por los difuntos. Desde allí se dirigirá a la Capilla de Jesús Nazareno, que acogerá al acto de despedida.

El desfile de la tarde, la Procesión del Santo Entierro, arranca a las 19,30 horas en la plaza de la Inmaculada con la Función del Descendimiento, organizadas ambas por la Cofradía del Santo Sepulcro. La liberación de la cruz del Cristo del Desenclavo (Miguel Ángel Rojo, 2003) por parte de  hermanos vestidos con hábito blanco y cogulla marrón en recuerdo de los franciscanos es una de las citas obligadas de la Pasión.  

Desde la plaza de la Inmaculada arranca la Procesión del Santo Entierro propiamente dicha, en la que participan las tallas, junto a la antes citada, del Santísimo Cristo del Perdón, Santísimo Cristo de la Misericordia, El Calvario, Nuestro Padre Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa, Santísima Virgen de la Piedad, Nuestra Señora de la Soledad, Santo Sepulcro y Virgen de los Siete Dolores. Desde la Catedral se dirigirán por Gil de Fuentes hasta La Compañía, desde donde cruzarán la Calle Mayor para dirigirse a la plaza de San Lázaro, regresar por Conde Vallellano a la Calle Mayor y dirigirse a la Capilla del Santo Sepulcro, dando por terminada la Procesión sobre las 22 horas con un acto de despedida entre Jesucristo y su Madre.