Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Creatividad

02/05/2023

La vocación de todo ser humano es vivir; y, a la vez, desvivirse por proporcionar creatividad laboriosa en cada aurora, para que pueda continuar la arboleda del linaje enraizándose con el tiempo y entroncándose a la existencia de las diferentes épocas vivenciales. Por consiguiente, cada persona debe de involucrarse en el trabajo decente, que es lo que verdaderamente nos dignifica, bajo el impulso de la justicia social. No son las riquezas ni la ostentación, sino la ecuanimidad y la ocupación, los que aportan savia y gozo. Dejemos, pues, que el futuro nos evalúe de acuerdo a la misión, mediante un servicio de constancia, de método y de organización.
Si unirse es el comienzo de todo, buscárselas juntos es el avance para el funcionamiento de las sociedades y todo un gesto de comunión y hermanamiento. Volvamos la vista a ese capital humano, donde se aplican las capacidades volitivas e intelectuales, deseosas de un mercado laboral inclusivo, con unos salarios y una remuneración conformes, en particular para los millones de obreros, con salarios bajos, que impiden un nivel de vida adecuado. Desde luego, todos debemos cooperar para que el sistema económico, en el que nos sustentamos, no perturbe la estética del bien colectivo sobre el privado. Pongamos otro talante y otros talentos, pues en acción. 
Ciertamente, y a pesar de la verdad fundamental del valor perenne de la laboriosidad, sabemos que son muchas las contrariedades traspuestas en la sociedad actual. Nos encontramos en un tiempo nuevo, lo que nos exige cambios profundos y acelerados, pero también no dejar a nadie atrás. En este sentido, la protección mutua es un elemento fundamental, un impulso necesario para no caer en el desánimo, en estos tiempos de crisis global. Hay que pensar que cualquier época tiene sus intervalos de oportunidades. Lo esencial es resistir y recuperarse, concentrarnos en la calidad de los empleos, cuestión en la que han de involucrarse empleadores y trabajadores, pero también los gobiernos a través del benéfico diálogo. Mandos, que han de estar siempre vivos para combatir los mayores obstáculos para el desarrollo, como son la pobreza y la desigualdad. 

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