Palencia, cuarta provincia con más índice de muertes laborales

J. Benito Iglesias
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Los siete accidentes con fallecimiento en el desempeño del puesto de trabajo del pasado año suponen una tasa de 8,18 por cada 100.000 empleados, mientras la media nacional es del 3,51

Palencia, cuarta provincia con más índice de muertes laborales

El número total de accidentes de trabajo en la provincia en 2022 fue de 4.481, de los cuales 1.874 conllevaron una baja,1.849 fueron de carácter leve, 19 graves y siete resultaron mortales. Los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social se extrapolan en base a los siniestros registrados durante los últimos 12 meses por cada 100.000 trabajadores. CCOO, a través de las últimas cifras conocidas, señala que Palencia se sitúa como la cuarta provincia de España con una mayor tasa de incidencia de accidentes mortales al alcanzar 8,18 respecto a la media nacional del 3,51. 

En el conjunto de Castilla y León, solo Soria tiene un dato más alto de mortalidad por siniestro ocurrido en la jornada laboral (10,27), y se sitúa en el tercer puesto, mientras que el índice más elevado en el conjunto nacional lo tiene la provincia de Teruel, con un 14,5, seguida de Pontevedra con 10,65. La provincia con los índices más bajos del país es Bizkaia con un 1,44. 

De los siete fallecimientos el pasado año durante el desempeño de una actividad laboral en Palencia, uno se registró en el sector de construcción, cuatro en servicios, uno en el agrario y uno tuvo lugar in itinere, es de decir durante el desplazamiento para acudir o volver al puesto de trabajo. Según señala el responsable de Salud Laboral de CCOO, Juan Carlos González, «lo más preocupante es el elevado aumento del índice de incidencia ponderado anual de los accidentes de trabajo graves, al pasar del 18,2 al 31,1 y los mortales, que suben del 8,3 al 9,8». 

Asimismo, pone de manifiesto que, en cuanto a las enfermedades profesionales, se ha producido un total de 53,21 con baja y 32 sin baja, suponiendo los siniestros con incapacidad temporal un incremento del 10.53% y los que no la causaron del 14.29% con respecto a 2021. Sobre el total de accidentes laborales que motivaron una baja en la jornada de trabajo, el aumento fue de un 2,13% comparado con el año anterior.

Además, de los 173 accidentes registrados in itinere 172 fueron leves y uno mortal, con un aumento del 16,11%, mientras que del total de 4.481 accidentes contabilizados al finalizar el pasado año, 2.434 no causaron baja.

PROBLEMA ESTRUCTURAL. En el estudio que ha realizado CCOO se indica que -a pesar de haberse reducido más de un 40% la siniestralidad desde que existen datos estadísticos en Castilla y León, que datan de 2006-,  «la provincia sigue teniendo un problema estructural en materia de prevención de riesgos laborales, dado que se mantienen los accidentes graves y los producidos  in itinere, mientras que se incrementan los mortales». En el estudio estadístico se explica que el 69% de los accidentes de trabajo en la provincia los sufren los hombres -y también el 94% de los mortales- mientras las mujeres representan el mayor porcentaje de enfermedades profesionales (12 respecto a nueve).

También el mayor índice de accidentes in itinere mortales los sufren los hombres (77%), pero son las mujeres las que padece n el 53% de todos los accidentes de este tipo. Los grupos de edad que tradicionalmente acumulan un mayor número de siniestros son los centrales (entre 35 y 50 años), tanto en jornada como in itinere, debido a que  acumulan la franja de población trabajadora de mayor tamaño. No obstante, la  incidencia de los accidentes con baja muestran su nivel más alto en el grupo de los 16 a los 19 años y van reduciéndose progresivamente a medida que avanzan en edad. Asimismo, según el grupo de cotización, los asalariados del régimen general sufren el 80% de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

El estudio concreta que la precariedad determina la mayor incidencia en la siniestralidad y la tasa entre las personas de nacionalidad extracomunitaria es muy superior a las españolas y comunitarias. «El factor ocupación es en el que se aprecia un mayor rango de desigualdad. El índice más alto, el de los peones, multiplica por 43 el del más bajo, que corresponde a otros técnicos y profesionales científicos e intelectuales», concluye Juan Carlos González.