El vehículo eléctrico sigue sin despegar en España y, aunque las ventas suben mes a mes, al actual ritmo no se lograrán los objetivos fijados por el Gobierno para avanzar en la descarbonización del transporte por carretera, uno de los mayores sectores emisores de CO2.
La matriculación de coches electrificados (puros eléctricos e híbridos enchufables, incluidos turismos, dos ruedas, comerciales e industriales) ascendió desde enero a 79.145, un 39,2% más que en los siete primeros meses de 2022. Solo en julio, se vendieron 10.830 unidades, el 39,4% más, según los últimos datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) y de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam).
Únicamente en turismos, los electrificados repuntaron hasta el mes pasado un 49%, con 65.946 ventas, que suponen el 10,7% del mercado total. En el conjunto de estos automóviles, comerciales e industriales, la cuota fue del 9,8%, según la misma fuente.
Los datos ofrecidos por la asociación de fabricantes Anfac exponen además que la matriculación de vehículos eléctricos puros repuntó el 75,3%, con 33.966 unidades entre enero y julio, y una cuota de mercado del 4,9%.
La de híbridos enchufables (aquellos con cierta autonomía en modo eléctrico) sumó 37.107 nuevos registros, con lo que subieron el 33,7% respecto al mismo período del año anterior y representó el 5,37% de todo el mercado.
Por su parte, los híbridos no enchufables (es decir, vehículos que durante la práctica totalidad del tiempo circulan tirando del motor de combustión) sumaron entre enero y julio 137.941 matriculaciones, con un crecimiento interanual de casi el 31%.
Y, en paralelo, los coches que utilizan gasolina experimentaron un incremento del 21%, hasta las 212.356 unidades, mientras que los de diésel lo hicieron al 5,78%, hasta las 158.345.
Estas cifras suponen que por cada vehículo cien por cien eléctrico se vendieron 16 de aquellos que para circular utilizan durante todo el trayecto, o en parte de él, combustibles fósiles, que continúan así ganando por goleada al resto de las alternativas verdes.
Y es que, según Anfac, aunque crece mes a mes, el mercado electrificado español está todavía muy por debajo del ritmo y volumen necesario para cumplir con los hitos mínimos de ventas.
De esta forma, en los primeros siete meses se tendrían que haber matriculado 110.000 coches para alcanzar el objetivo de 190.000 en 2023, señalan los fabricantes.
De igual modo, desde Aedive y Ganvam consideran «insuficiente» el ritmo de ventas de electrificados para cumplir con la perspectiva marcada en el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030, que fija en 5,5 millones los vehículos electrificados para antes de que acabe la década.
Más ayudas
Para que pueda alcanzarse, esta ambición debe ir acompañada de medidas eficaces, subrayan ambas asociaciones, que advierten también de la necesidad de alcanzar un Gobierno estable cuanto antes para no paralizar la política de descarbonización.
Esta estrategia debería apoyarse en ayudas directas a la compra y en incentivos fiscales que hagan más atractiva la adquisición de un vehículo electrificado; así como en agilizar el despliegue de la infraestructura de recarga.