Tranquilidad por bandera

Pablo Torres
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Paredes de Monte es una pedanía del término municipal de Palencia con diez vecinos en invierno y menos de 30 habitantes censados · Estanislao Noriega, alcalde pedáneo del municipio, lleva ocupando el cargo más de 16 años

El alcalde pedáneo en el parque de Paredes de Monte en el parque junto a la iglesia - Foto: Sara Muniosguren

Las grandes metrópolis y los rascacielos con ascensores que marcan hasta el 20 son el sueño de muchas personas. Otras, sin embargo, prefieren la tranquilidad, los paseos por el campo y saludar al morador de enfrente todas las mañanas. Eso lo saben muy bien los vecinos de Paredes de Monte, pedanía de la capital, donde las bajas cifras de población, con 10 vecinos en invierno y menos de 30 habitantes censados, no son sinónimo de una mala vida.

«La cobertura de un pueblo la da el propio pueblo», afirma el alcalde pedáneo de la localidad, Estanislao Noriega, quien lleva en el cargo más de 16 años. «En esta zona nos conocemos todos y todos los alcaldes nos invitamos. Ampudia, Autilla, Pedraza de Campos, Villamartín, etc. El día de la fiesta nos llegamos a juntar casi 400 personas. Estamos unidos y eso es lo importante», explica Noriega. 

«La mayoría de los vecinos tenemos un piso en Palencia. Cuando llegó la pandemia nos subimos rápidamente al pueblo porque había menos gente. Muchos de los que se fueron se dieron cuenta de lo importante que es comprar una casa aquí», relata el regidor. A día de hoy, de las aproximadamente 25 casas que tiene el término municipal, «no hay ninguna que esté en venta», apunta. «Hay gente joven, algunos incluso viven aquí todo el año», asegura. «Hace unos años no, pero ahora sí que tenemos varios niños», matiza.

A pesar de que Paredes de Monte carece de establecimientos, Noriega asegura «no tener problemas» en ese sentido. «Todos los martes viene una furgoneta de Villamartín que trae de todo; los miércoles, viene otra desde Medina de Rioseco; los jueves, el pescadero, con un producto buenísimo que, si comparas el precio, hay cosas incluso más baratas de las que compras en el supermercado. También viene una vez a la semana el médico y la enfermera», asevera. «Tenemos Palencia a nueve kilómetros. Si queremos tomar algo, nos bajamos en coche y subimos. En vez de beber tres cervezas, bebemos una y sin alcohol», añade. 

PEQUEÑAS MEJORAS. A pesar del bienestar general, Estanislao Noriega menciona unas «pequeñas mejoras» para la localidad. 
«Aunque se pueda pasar bien por la parte de atrás del pueblo, sí que necesita un pequeño asfaltado», asegura. 

Por otra parte, demanda que se «eche hervicida en el parque », ya que «hay pequeñas bolas con pinchos en las plantas y los niños pueden hacerse daño al jugar», concluye el regidor.