Los primeros humanos llegaron a Guantes hace 100.000 años

Rubén Abad
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La cueva, donde han aparecido lascas y numerosos huesos de animales, se ubica entre Villanueva de Arriba y Villaoliva de la Peña

Los doctores Jesús Rodríguez y Ana Mateos llevan estudiando el yacimiento arqueológico santibañés 15 años.

La MontañaPalentina es un territorio plagado de historia, tanto en superficie como bajo tierra. De ello dan buena cuenta cada verano los doctores Jesús Rodríguez y Ana Mateos, vinculados al Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) de Burgos y directores de las sucesivas campañas de excavación que llevan desarrollando en la Cueva de  Guantes desde el año 2009.
Las investigaciones llevadas a cabo estas semanas en el yacimiento arqueológico ubicado a caballo entre Villanueva de Arriba y Villaoliva de la Peña han sacado a la luz nuevas evidencias de presencia de humanos en el complejo kárstico hace más de 100.000 años.

En concreto, los investigadores han localizado en la primera fase de trabajos sobre el terreno (del 31 de julio al 18 de agosto) fragmentos de tierra ennegrecidos a causa de un hogar. Lo que está por ver es si ese fuego llegó de manera casual desde el exterior fruto de un incendio natural o si, como creen los expertos, se trata de una hoguera realizada por los humanos que allí estuvieron en tiempos pretéritos.
De ser así, se trataría de neandertales de hace más de 100.000 años que ya habitarían lo que hoy es el norte de la provincia palentina. Ahora hay que confirmar si estos primeros montañeses residían en la cueva de manera permanente, la utilizaron como campamento de forma puntual o se adentraban en ella esporádicamente.

Esta será una de las incógnitas a la que intentarán dar respuesta Rodríguez y Mateos en el futuro. De momento, ya han concretado una segunda fase la semana próxima, cuando ambos volverán a adentrarse en la cavidad peñiega. Y es que han fragmentado en dos partes el trabajo sobre el terreno.

Tibia y fémur de oso de las cavernas de hace aproximadamente 93.000 años.Tibia y fémur de oso de las cavernas de hace aproximadamente 93.000 años.

Además de los sedimentos ennegrecidos, en los dos metros en los que han profundizado los investigadores del Cenieh han sacado a la luz industria lítica, «claramente realizada con la técnica típica de los neandertales», señala Rodríguez, quien habla también del hallazgo de un núcleo (la piedra a partir de la que se realizaban las herramientas). «Encontrar ambos elementos juntos es una señal más de presencia humana», reitera el experto.

En lo que a restos de animales se refiere, una vez superado el nivel de los osos de las cavernas, lo que se encuentran ahora los investigadores son huesos de cérvidos y pequeños bóvidos, que no frecuentaban las cuevas. Esto demuestra que la dinámica ha cambiado, lo que es evidencia también de que han llegado al nivel deseado.

CAMPAÑA «DE TRANSICIÓN»

Los dos doctores conciben la de 2023 como una campaña «de transición» entre los diferentes niveles en los que los arqueólogos están trabajando. De esta manera, este año el equipo se reduce a ellos dos para preparar la superficie de cara a sucesivas campañas en las que volverán a contar con un equipo más amplio. «Los sedimentos son diferentes ente ambas capas, y estas están muy diferenciadas. En el nivel de las oseras nos encontramos con una arcilla amarilla anaranjada y, a medida que descendemos, la tierra se vuelve marrón oscura y negra», explica Mateos.

Por lo demás, han mantenido en Tarilonte de la Peña el laboratorio de campo. Allí hacen una primera inspección de los restos hallados en Guantes en las sucesivas excavaciones, los siglan, catalogan y conservan en bolsas herméticas antes de trasladarlos al Cenieh y estudiarlos más en profundidad.

En paralelo, un equipo del Cenieh ha realizado un escaneado  del yacimiento en tres dimensiones, el segundo tras el que se llevó a cabo en 2016. Una herramienta muy útil a la hora de excavar y de conocer qué se pueden encontrar, lo que facilita la toma de decisiones.