Un paseo sentimental

César Ceinos
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Miguel Ruiz Ausín recoge en 'Alrededor del Espigüete. La montaña inefable' viajes, lugares singulares, pueblos y hasta leyendas vinculadas a uno de los picos más característicos de la provincia

Imagen de archivo de Miguel Ausín - Foto: Eva Garrido

Lo primero que dice Miguel Ruiz Ausín de Alrededor del Espigüete.La montaña inefable (Diputación de Palencia, 2022) es que no es una guía de rutas de la Montaña Palentina. Sobre este tema ya hay unos cuantos títulos -entre ellos dos que llevan su firma-, por lo que este apasionado del montañismo (fue uno de los socios fundadores del Club de Montaña Espigüete) decidió cambiar de tercio y hablar del norte de la provincia desde una mirada mucho más personal.

Asegura que ahora ha hecho «un recorrido sentimental» para acercar a los lectores a uno de los picos más característicos de la provincia. Describe viajes de interés que están poco explotados, lugares singulares, pueblos, vecinos y familias y hasta leyendas. Lo hace en primera persona y comienza a narrar su historia en la década de los años 50 del siglo pasado, cuando empezó a adentrarse en las montañas palentinas. Explica que en aquella época «no era tan conocida» la Montaña Palentina y recuerda que comenzó a atraer las miradas de los de aquí y los foráneos a raíz de un desgraciado accidente en el pico Curavacas en el que murieron tres personas en 1957. «Hizo de efecto llamada y provocó que llegaran montañeros de distintos lugares.Empezó a conocerse la Montaña Palentina y a hacer rutas», admite Ruiz Ausín, que insiste en que en esta publicación se ha centrado en las inmediaciones del Espigüete porque la comarca «es muy grande».

Por este motivo, a lo largo de las páginas aparecen las localidades de Cardaño de Arriba,Cardaño de Abajo,Vidrieros y Triollo, entre otras, y puntos de la montaña muy específicos  «que hay que ir a buscarlos». «No están en una ruta para ir a una cumbre.Tienes que buscarlos», asegura. Algunos de ellos son la Sima del Anillo, La Hoya de MartínVaquero  o la cara nordeste del propio pico que da título al libro. «Se sale de un relato de rutas y lugares», asevera.

Asimismo, recuerda a personas que residían en las localidades del norte y que «hicieron de guías turísticos en aquella época donde las carreteras eran muy malas». «Esta gente, en sus casas, recibía a los visitantes con un talante muy agradable y amistoso.También te contaban relatos como el del carretero de Llánaves de la Reina (un pueblo de la provincia de León cercano a la frontera palentina) que recojo en el texto», explica.

Tampoco se ha querido olvidar de «familias destacadas» de los pueblos de la zona y de la forma en la que se vivía en aquellos años, que, en muchos casos, era totalmente diferente a la actual. «Aparecen personajes que trataban muy bien a la gente, como el cura o la maestra, que estaban en su casa», comenta. En este punto, destaca la historia del nevero perpetuo, una zona vinculada a Valverde de laSierra (León) en la que se podía almacenar hielo durante todo el año y que en verano trasladaban hasta lugares tan alejados como Valladolid y Palencia.

Por último, Ruiz Ausín aprovecha la edición de Alrededor del Espigüete.La montaña inefable para rendir un homenaje a Alejandro Díez Riol, el pionero del montanismo en Palencia fallecido en abril de 2021. «Fue el que descubrió las montañas y las dio a conocer. Para nosotros fue un maestro y un guía. Se instaló en el norte habiendo podido elegir otros lugares», declara el escritor.