La Asociación de Vecinos de la Avenida de Madrid ha mostrado su malestar por cómo el Ayuntamiento ha trazado la conexión de los carriles-bici en el barrio y, en concreto, por la decisión de encauzar la vía para ciclistas por el Callejón, una zona de paso que comunica la avenida y parque de Ramón Carande con el centro comercial Las Huertas.
«Es una zona de especial tránsito de peatones, por lo que trazar aquí un carril-bici alterará de modo definitivo la vida cotidiana de los vecinos y la de los numerosos ciudadanos que transitan diariamente por ahí», explica la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Avenida de Madrid, Milagros Mancho. Para el barrio, se trata de una actuación «potencialmente peligrosa» y advierten de que no es buena idea combinar el paso de peatones, coches de bebés, sillas de ruedas y bicicletas en el Callejón, lo cual puede hacer «que se produzcan accidentes pues es una zona muy estrecha».
La empresa Construcciones y Obras Llorente es la encargada de llevar a cabo estas obras, que se encuadran dentro del Plan Ciclista de Palencia, el cual fue adjudicado en mayo, antes de las elecciones, por 634.548 euros (IVA incluido), que se financian con fondos europeos de la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi). El proyecto consiste en la señalización horizontal y vertical, nuevas pavimentaciones y mejora de las existentes e instalación de aparcabicis.
El Ayuntamiento forzó el inicio de las obras este mes de julio ya que es necesario realizar varios cortes de circulación. De hecho, durante el verano se señalizarán 61 kilómetros de carriles-bici y se repondrán 16.750 metros cuadrados de pavimentos actuales, por lo que las actuaciones se extienden a 94 calles o espacios públicos de la capital.
Sin consulta. El enfado del colectivo vecinal está alimentado también porque cuando preguntó al anterior concejal de Barrios del equipo de Gobierno de PP y Cs, «negó cualquier conocimiento sobre dichas obras». Tras una reciente reunión con la nueva Corporación, les ha comunicado que el proyecto «ya no es reversible ni modificable», lo que ha hecho que su crítica se dirija a la anterior Corporación «por no informar a los vecinos» y por «evitar cualquier participación». «El comienzo de estas polémicas obras, justo en el momento del cambio de gobierno municipal, no parece ser casual», sentencia Mancho.