Quién podría imaginar cuando Lopetegui se montaba en un avión en Krasnodar para poner rumbo a Madrid que su periplo en el entidad de sus ‘amores’ iba a a ser tan sufrido en solo cuatro meses.
Quién le iba a decir a Florentino Pérez que tras arrancar de las puertas del Mundial al seleccionador del combinado favorito, acababa de tensar una cuerda que llegaría ayer a su máximo nivel de tensión.
Cuando el árbitro pitó el inicio del duelo de Champions entre el Viktoria Plzen y el Real Madrid en el Bernabéu, daba comienzo, a su vez, un juicio de 180 minutos que terminará tras el final del ‘clásico’ en el Camp Nou.