Cada turista rural que llega este verano a la provincia gasta una media de 82 euros diarios, 30 euros en alojamiento y 52 euros en otros servicios en destino (principalmente actividades de restauración, compra de productos locales y ocio).
Es una cifra similar al promedio regional, aunque existe una pequeñísima diferencia: en la comunidad, son 29 euros los que el viajero rural dedica al alojamiento (uno menos que en la provincia) y 52 a otros servicios (uno más). En todos los casos, son cifras extraídas de un informe vinculado al Observatorio de Turismo Rural 2022, un proyecto de investigación liderado por el blog de viajes Escapada Rural, el Centro Universitario de Turismo, Hotelería y Gastronomía adscrito a la Universidad de Barcelona (CETT-UB) y la empresa de recogida de datos Netquest en el que se abordan aspectos como la demanda del viajero y la oferta de alojamientos rurales.
No existen grandes diferencias entre las provincias de la comunidad. Cada turista también destina 82 euros de media por noche en Salamanca y Ávila. EnZamora y Segovia el gasto es de 83 euros; en León, de 84 euros y en Soria y Burgos, de 85 euros. En primer lugar sobresale Valladolid con 88 euros. El promedio del precio del alojamiento, siempre según el observatorio, oscila en las nueve provincias entre los 29 y 30 euros, por lo que la mayor parte de las diferencias se producen por el gasto a la hora de comer y cenar, por la oferta de ocio y por la compra de productos de la zona, entre otras cuestiones. Por poner un ejemplo, los seis euros que separan a Palencia de Valladolid se deben a este punto. De esta forma «el turismo rural genera riqueza en el destino e impulsa así la economía local», aseguran en el estudio.
En comparación con el resto de España, el gasto diario en la provincia del turista rural puede considerarse bajo. Se sitúa al nivel de Sevilla,Teruel, Castellón, Madrid, Girona y las citadas Salamanca y Ávila. Los lugares económicos para las escapadas que huyen del bullicio de las ciudades y los grandes núcleos de población sonGranada y Murcia (77 euros diarios de media), Jaén (78 euros), Málaga (79 euros), Huelva y Córdoba (80 euros);Santa Cruz de Tenerife, Lleida, Alicante, Tarragona, Huesca y Cádiz (81 euros).
Por el contrario, las medias más altas durante este estío se registran en Álava (91 euros) y Las Palmas (90 euros). En tercer lugar aparece la provincia vallisoletana y en el cuarto, Ourense,Islas Baleares, La Rioja,Vizcaya y Guipúzcoa (87 euros). Palencia ocupa el trigésimo puesto. Aún así, el promedio nacional de gasto es de 81 euros por persona, un euro menos que en el territorio palentino. Del total, 52 se iría a sufragar el coste de los servicios en destino. A nivel nacional, los restaurantes copan el 56% del gasto; los productos locales, el 26% y las actividades de ocio, el 17%.
El análisis privado, que se ha realizado ya en ocho ocasiones, habla de gasto en destino, por lo que dentro de la media diaria no se incluirían costes vinculados al viaje en automóvil o los billetes de autobús, ferrocarril y, si se diera el caso, de avión. Además, en el estudio se destaca que «las escapadas rurales de este verano, mayoritariamente, son familiares, de cuatro personas, y de seis noches, por lo que el gasto medio enCastilla y León y en Palencia alcanza los 1.986 euros».
INTENCIONES. El Observatorio también refleja los intereses de los turistas rurales para este año y, entre ellos, parece que no figura Palencia. No aparece entre las veinte primeras provincias donde les gustaría viajar. Uno de cada tres señala Asturias; el 26%, Cantabria; el 17%, Huesca; el 15%, Navarra y el 12%, Teruel. En cambio, en los puestos de honor sí que figuran otros lugares de Castilla y León como León (9%), Burgos y Soria (8%) y Segovia y Ávila (6%).
Por otro lado, el análisis, a nivel nacional, hace referencia a que el turismo rural va ganando protagonismo en España al practicarlo un 42,5% de los españoles mayores de 18 en 2022 y que el 54% de ellos hizo tres o más escapadas a lo largo del año pasado. Además, una de las conclusiones de los investigadores es que este tipo de escapadas se está desestacionalizando. «Se practica con mayor frecuencia en general, pero menos en verano. Esto significa que se reparten más a lo largo del año, generando una ocupación más sostenida», añaden.
INTERESES. Desde el Observatorio declaran que la mayor parte de los turistas rurales (el 52%) valora de «manera positiva» que los restaurantes utilicen productos de su huerto ecológico y que el 39% tiene en cuenta que los productos sean de cercanía. Por último, también hacen hincapié en el que el 64% de los viajeros quiere que los alojamientos de turismo rural proporcionen servicios, productos y comercios locales de la zona. «Esto los convierte en grandes prescriptores del destino , dado que prácticamente la totalidad de los viajeros afirma realizar gasto en negocios cercanos», apuntan.